Belén Viloria

TITULARES DEL FUTURO

Belén Viloria


Soledad transgeneracional

22/02/2020

Tan sólo hace unos diez años escuchábamos esporádicamente la noticia de que una persona mayor había sido encontrada muerta en avanzado estado de descomposición. Hoy ya no son hechos puntuales y empieza a no sorprendemos. 
El 50% de la población española se ha sentido sola alguna vez, y en el caso de las personas mayores las cifras aumentan al 60%. Además del sentimiento de soledad, la mayoría realmente lo está, sin más que una o dos personas de contacto y referencia en su día a día. 
Para tratar de cambiar esta terrible situación social, que como vemos a diario es cada vez es más frecuente, se están creando nuevos desarrollos en tecnología humanitaria como avatares emocionales, que permiten acercar a las personas mayores con sus seres queridos, incluso pudiendo asegurar que no olvidan su medicación, o permitiendo gestionar una agenda común de manera que el vínculo sea permanente.
La biotecnología también nos ayudará a vivir más años, aunque para pasar de los 100, la integración social y las relaciones personales cercanas serán claves, tal y como se descubrió al investigar por qué en Cerdeña, donde hasta el diseño de las calles hace que siempre tengas que encontrarte con alguien, hay 10 veces más personas centenarias que en otros lugares.
Pero el dato hoy más escalofriante de la soledad está en descubrir que el 80% de las personas que declaran sentirse solas son las de 18 a 25 años. Una situación que sabemos es fruto de la tecnología que ha cambiado no sólo la manera de relacionarnos con los demás sino hasta la forma de relacionarnos con nosotros mismos y en nuestra capacidad de auto reflexión, que se ve reducida como consecuencia de la inmediatez que ha llegado a nuestras vidas. 
Nos hemos acostumbrando a una nueva forma de estar juntos en solitario en todos los momentos del día. Conectados pero solos. Un problemón especialmente para los adolescentes que viven en un mundo de pantallas, perdiendo las relaciones cara a cara y que llegan a expresar: «Algún día, que no será hoy, me gustaría aprender a mantener una conversación. Enviar mensajes, correos, publicar, todas estas cosas nos permiten presentarnos como queremos ser. Podemos editar nuestra propia vida». ¡Qué duro oír a un joven decir esto!
Lo que nos hace más humanos es el contacto y conexión con otros, y para los más jóvenes se está convirtiendo en un verdadero bien escaso, lo que hará que, en no muchos años, estos mismos jóvenes puedan llegar a crear una necesidad y a pagar por la compañía de una manera habitual y normalizada. Ya en el 2017 casi la mitad de los americanos y un porcentaje muy superior de chinos pensaban que hacer el amor con un robot será una práctica común dentro de 50 años.
La mejor versión de nosotros mismos la descubrimos cuando nos exponemos a los demás tal y como somos, cuando nos relacionamos, cuando creamos con otros, cuando conversamos, y en especial cuando lo hacemos con desconocidos porque nos permite descubrir lo más inesperado de nosotros. 
A lo mejor ha llegado el momento de incluir en la educación el aprender a tener conversaciones, a impulsar iniciativas enfocadas a combatir la soledad de los jóvenes y a recuperar lo más humano que tenemos.
Porque al final de nuestra vida lo que todos vamos a querer y necesitar es lo que Verónica Casado, la mejor Médico de Familia del mundo, ponente de TEDxValladolid, compartió lo que un paciente le pidió; «Al Final de la vida, estate a mi lado. Y cuando yo esté a punto de morir, sólo te voy a pedir una cosa, … dame la mano».