Belén Viloria

TITULARES DEL FUTURO

Belén Viloria


Equidad sí, meritocracia también

09/03/2024

El 30 de junio de este año entrará en vigor la conocida como ley de la paridad, la ley orgánica de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres.
Con la nueva norma, los consejos de administración de las sociedades cotizadas y de las entidades de interés público con más de 250 trabajadores o una cifra de negocios de más de 50 millones de euros o activo superior a 43 millones, deberán tener un mínimo del 40% de mujeres, acorde con el principio de paridad que se ha establecido a nivel europeo.
La realidad es que el 65% de las cotizadas aún no lo alcanza pero, viéndolo con cierta perspectiva, la buena noticia es que en solo 10 años el número de sus consejeras se ha duplicado y que las empresas del IBEX 35 están ya muy cerca de lograrlo con un 39,82%, es decir, están a una consejera del objetivo global aunque el reparto es algo desigual. Algunas superan ampliamente el objetivo: Cellnex, AENA, Inditex, Logista y Redeia, IAG, Amadeus, Acciona Energía y Mapfre, y otras aún no lo cumplen: Fluidra, Naturgy, Sacyr, Merlin, Solaria, Ferrovial, Banco Sabadell, Meliá Hotels, Grifols, Bankinter, Acerinox, Indra, Colonial y Acciona. Y en Castilla y León el 24% de las empresas llega al 40% de mujeres en sus consejos de administración.
En cuanto a puestos directivos, en España el 38% de los puestos directivos los ocupamos mujeres, y superan esta cifra, con más del 52% el movimiento de empresas B Corp que lidero, lo que nos sitúa como el segundo país de la UE con un mayor porcentaje de mujeres directivas y el 12º a nivel mundial, según el informe 'Women in Business 2023'.
La evolución en el mundo empresarial es francamente buena, con una mayor concienciación sobre la importancia y necesidad de establecer políticas de igualdad salarial y de oportunidades de ascenso que promuevan el desarrollo profesional de las mujeres.
Las generaciones que hoy estamos en posiciones de liderazgo hemos recorrido mucho camino en poco tiempo, cambiando reglas no escritas y demostrando la valía de las personas por encima de otras cuestiones. En mi caso la clave para poder hacerlo ha sido sin duda la educación recibida poniendo en valor y por encima de todo la equidad entre todas las personas, sin condicionantes ni sesgo alguno, y cómo para impulsar y aprovechar la igualdad de oportunidades hay que prepararse y esforzarse. Esta combinación de valores, de equidad y meritocracia, es la que ha hecho que si en el entorno no había equidad no lo sintiera limitante y pudiera seguir avanzando.
Afortunadamente las generaciones jóvenes hoy cuentan con muchísimas mujeres referentes en todos los sectores y ámbitos de las que aprender y con las que compartir dudas e inquietudes. 
En Castilla y León, el programa STEM Talent Girl pretende reforzar las vocaciones en ciencia, matemáticas, tecnología o ingeniería entre las niñas y jóvenes, desde 3º de Educación Secundaria Obligatoria hasta la universidad, con el objetivo final de reducir la brecha de género que existe en muchas de estas carreras. O en algunas universidades, como la mía, ICADE, en la que desde hace tiempo, hacemos un precioso programa de mentoring 'one to one' con alumnas de últimos años, ayudando a despejar sus dudas, reforzar sus talentos, abrirles nuevos horizontes y encauzar mejor sus intereses.
Qué vital es el esfuerzo que debemos hacer todos en educación para evitar condicionar y crear sesgos en las niñas y jóvenes, para poder actuar con libertad y poder desplegar todos sus talentos. Qué importante es cambiar la mirada y en vez de señalar lo negativo y las diferencias, poner en valor lo positivo y lo que nos une y con ello reforzar la seguridad personal y la necesidad de valorarse para afrontar las circunstancias de la vida. De esta manera tendremos una generación de jóvenes mujeres sana y mejor preparada.