El crimen del joven de Laguna cumple un año sin detenciones

A.G.M.
-

La Guardia Civil rastreó hace dos meses el lago junto al que mataron a David H.S. en busca del arma del crimen, pero no encontró nada. La investigación se reactivó aquellos días, pero los agentes siguen sin encontrar respuestas

Hallan muerto a un joven en un parque de Laguna de Duero - Foto: Ical

El crimen de Laguna cumple un año sin respuesta. Un año desde que mataron a golpes y cuchilladas a un chaval de 18 años. Un año desde que un vecino de Torrelago se encontrase con el cadáver de David junto al emblemático lago. Un año de trabajo de la Guardia Civil para desentrañar una compleja investigación que aún no tiene detenidos.

Ni siquiera se ha conseguido recuperar el arma del crimen. Hace dos meses se efectuó una búsqueda en el lago, sin éxito, pero que no era una idea peregrina de los investigadores, sino que llegaba tras haber recibido «alguna llamada» en la que los informantes aseguraban que la navaja estaba en el agua. La presencia de los buzos del GEAS provocó entonces un fenómeno sorprendente en la investigación, ya que la Guardia Civil empezó a recibir «numerosas» llamadas de personas que asegurarían, entre otras cosas, que en el agua estaban todas las pruebas no encontradas hasta el momento. Una oleada de colaboración ciudadana que provocaba un efecto dominó para abrir nuevas líneas de trabajo.

En realidad en este homicidio habría dos armas del crimen y ninguna se ha hallado hasta ahora. Una sería el objeto contundente –se piensa que pudo ser una piedra– con el que el agresor dio un golpe mortal en el cráneo, en pleno rostro, a David. Y la otra sería el arma blanca con el que se propinaron dos cuchilladas en la zona torácica del joven, que también eran mortales, por afectar a órganos vitales. La autopsia dejó claro también que hubo pelea, que la víctima opuso resistencia –en el cadáver había heridas defensivas– y que fue golpeado en numerosas ocasiones durante la refriega –el informe forense refería diversos hematomas–.

Hallan muerto a un joven en un parque de Laguna de Duero.Hallan muerto a un joven en un parque de Laguna de Duero. - Foto: Ical

Hace doce meses que la Guardia Civil da vueltas a un enigmático crimen para el que no termina de encontrar respuestas ni nombres. David tenía solo 18 años cuando fue asesinado en plena calle, en el sepulcral silencio de una noche de confinamiento en 'su' Laguna de Duero, muy cerca de su casa y en medio de un parque situado a unos metros de una de las principales vías de acceso a la populosa zona de Torrelago. Las pesquisas, por ello,  siempre han apuntado a que David tuvo que ser matado con el ímpetu de un homicida accidental, un agresor que no pudo planificar el ataque y que abandonó allí mismo el cuerpo y emprendió una prolija fuga que llega ya a su primer año. La investigación del crimen está en manos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de Valladolid y bajo secreto sumarial del juez que lleva el caso.
De lo trabajado a lo largo de estos doce meses se dibujan pesquisas que apuntan a un caso mucho más complejo que una mera discusión adolescente que se pudiera ir de las manos, sino que se trabaja en la hipótesis de un ajuste de cuentas a un nivel mucho más serio, con otro tipo de implicaciones, tal como apuntan fuentes cercanas al caso a El Día de Valladolid.

David H.S. abandonó su casa al filo de las doce de la madrugada del 15 al 16 de abril. Lo hizo de una forma precipitada y en apariencia para un regreso casi inmediato, ya que se dejó el pijama bajo la ropa. El análisis forense del móvil de este joven de 18 años no ofreció datos relevantes a los investigadores, a pesar de que fue el medio por el que alguien le alertó de que debía bajar al parque que hay junto al polideportivo de La Laguna. Las grabaciones de seguridad de los negocios de la zona tampoco han aportado indicios relevantes, igual que los interrogatorios a amigos, conocidos y vecinos de David, un joven vinculado familiarmente con el mundo de la hostelería y que era muy conocido en Laguna, sobre todo en Torrelago.

Nadie vio nada hasta que, poco antes de las ocho de la mañana, un  hombre que paseaba a su perro se topó con el cadáver. Descalzo y con las zapatillas a unos metros, lo que hace pensar que intentó huir hasta arrastrándose, pero el agresor (o agresores) fue implacable con él. El resto es una incógnita.