Santiago González

Carta del Director

Santiago González

Director de El Día de Valladolid


El éxodo juvenil en busca de oportunidades

28/02/2021

La marcha de nuestros jóvenes a otros territorios con mayores oportunidades laborales, sociales y culturales es una realidad que venimos contemplando desde hace décadas, sin que las administraciones hayan realizado demasiados esfuerzos por contener esta hemorragia que poco a poco va paralizando la sociedad, incrementando el envejecimiento y liquidando cualquier oportunidad de solucionar la madre de todos los problemas, que es la despoblación. Que el 40 por ciento de los titulados en las universidades de Castilla y León estén desarrollando su proyecto profesional y de vida fuera es una tragedia que estamos pagando y pagaremos en las próximas décadas, de hecho ya somos la Comunidad que más jóvenes expulsa después de haberlos formado. Todos hemos oído muchas veces e incluso hemos llegado a pronunciar eso de… ‘estudia y vete, porque aquí no hay futuro’. Triste pero real.
Indudablemente, la primera razón de este éxodo es la falta de oportunidades laborales. La desindustrialización que gota a gota sufre esta tierra, y Valladolid no es ajena a ello pese a encontrarse en el eje privilegiado con Palencia y Burgos, ha provocado la destrucción de unos 40.000 empleos en los últimos veinte años, mientras en España se han creado casi un millón de puestos de trabajo. Si a ello le unimos una de las más bajas tasas de natalidad del país y, consecuentemente, un mayor envejecimiento de la población, la conclusión es sencilla: cada vez es mayor el peso del sector público y más pequeño el privado. Esta incapacidad para crear empleo es el lastre de todo lo demás, si no somos capaces de darlo la vuelta ninguna otra acción servirá para que las personas formadas, con estudios, que inician una vida laboral, quieran quedarse en Castilla y León, y con ello se pierde la oportunidad de que formen aquí sus nuevas familias. Es como una rueda que sólo podremos frenar con oportunidades laborales.
En esta salida incesante de los recursos humanos y del talento también tienen mucho que ver otros factores colaterales, pero no menos importantes, como la falta de una reivindicación firme durante décadas, que en otras comunidades ha rentado buenos resultados, o el poco impulso dado por las administraciones públicas, que han ido repartiéndose culpas sin ponerse manos a la obra e incluso sin ser conscientes del verdadero drama para esta tierra. La resignación de los ciudadanos y la falta de recursos e imaginación de nuestros políticos han provocado una sangría que de momento no tiene visos de detenerse. No obstante, es hora de alzar la voz, de llamar la atención de todos, especialmente de quienes ostentan puestos de responsabilidad pública y privada, para iniciar una terapia de choque que comience a frenar este éxodo tan perjudicial para la Comunidad. No se puede perder un minuto más, hay que empezar ya a arriesgar y tomar medidas que puedan producir un cambio de tendencia.
Y en esto anda un colectivo de ciudadanos, surgido precisamente entre quienes se ven obligados por las circunstancias a abandonar su casa y su tierra para disfrutar de una oportunidad laboral y un mejor escenario para su vida personal. ‘Jóvenes de Castilla y León’ reúne ya a 150 miembros, muchos de las cuales han sufrido en primera persona este fenómeno migratorio, que trabajan para que no sea ‘obligatorio’ irse fuera y para que todos aquellos que quieran tengan la posibilidad de quedarse. Su esfuerzo está consiguiendo una gran notoriedad y hace pocas semanas incluso han llegado al Senado para exponer 48 puntos que consideran imprescindibles para cambiar este flujo masivo de salida. Solo falta ahora que las administraciones públicas, el Gobierno central y la Junta de Castilla y León principalmente, atiendan sus reivindicaciones, se tomen en serio el problema y decidan adoptar las medidas cuesten lo que cuesten.
Todos sufrimos las consecuencias y por ello todos debemos arrimar el hombro para que podamos iniciar otro rumbo que sirva como primer paso para atajar la despoblación en las ciudades y el medio rural. Demos una oportunidad a nuestros jóvenes.