Santiago González

Carta del Director

Santiago González

Director de El Día de Valladolid


La conciliación en tiempos de pandemia

07/02/2021

El inicio del segundo trimestre en los centros escolares ha llegado plagado de casos positivos y clases en cuarentena, un impacto nada diferente al ocurrido en el resto de la sociedad con una tercera ola que está poniendo en jaque al sistema sanitario y a muchas esperanzas puestas en una salida controlada de la pandemia a lo largo de este año. Tan sólo un mes de 2021 deja casi tantos ‘grupos burbuja’ cuarentenados como todo el primer trimestre del curso. Ya son 200 clases las que se encuentran afectadas y pertenecen a más de la mitad de los colegios e institutos de la provincia vallisoletana. A pesar de todo ello, la Consejería de Educación se mantiene firme en su decisión de no cerrar los centros escolares aunque la covid-19 apretara sus garras y ello alivia un poco las cosas a la complicada situación por la que navegan los padres de alumnos.
En este proceloso mar que atravesamos desde marzo del pasado año las relaciones familiares se complican con numerosos problemas que hacen aún más difícil una conciliación en la que todos debemos mejorar los mecanismos para un engranaje más fluido entre la vida personal y profesional. El confinamiento de los escolares, que deben guardar cuarentena en casa cuando aparecen varios casos positivos en una clase, supone una gran montaña en muchas ocasiones para los padres, que durante un par de semanas deben compatibilizar el trabajo con el cuidado de sus hijos, aunque éstos hayan dado negativo en la PCR y se encuentren asintomáticos.
A diferencia de lo que ocurrió en un primer momento, cuando el teletrabajo era masivo y muchos centros laborales cerrados o a medio gas, ahora la gran mayoría de los progenitores deben desplazarse a su lugar de trabajo y cumplir con su jornada laboral. A esto se añade que el virus ataca  con mayor gravedad a los mayores, lo que hace muy desaconsejable echar mano de los abuelos para salvar esos días sin demasiado trastorno. Todo este cóctel hace temer a cientos de madres y padres la llegada de una situación con difíciles soluciones prácticas para compaginarlo todo.
Las administraciones y los empresarios deben hacer un mayor esfuerzo y flexibilizar las condiciones para que los trabajadores puedan cumplir con su tarea profesional a la vez que cuidan y velan por la salud de sus pequeños. Los distintos tipos de familias, en ocasiones monoparentales, divorciados, etc., generan complicaciones para compartir este cuidado de los escolares confinados, por lo que en tiempo de pandemia garantizar una conciliación efectiva es tarea primordial de todos.
Por supuesto, la base debe estar en la responsabilidad de los padres y madres afectados, que también deben poner su granito de arena para cumplir con su tarea bien sea a través del teletrabajo o facilitando cualquier otra forma para hacer frente a situaciones de emergencia social y familiar que en ningún modo deben sufrir solo las empresas.
Es verdad que las administraciones públicas, en especial la Junta de Castilla y León, han puesto en marcha iniciativas que facilitan el cuidado de los menores cuando se encuentran en situación de cuarentena o cuando sus padres estás enfermos con la covid, pero en muchos casos son difíciles de acceder a ellas o complicadas de aceptar por escolares que no quieren salir de su entorno familiar. El esfuerzo debe ser de toda la sociedad, que está atravesando un desierto ya demasiado largo y que debe contribuir de forma solidaria y responsable hasta encontrar una salida a esta pandemia que está acabando con la vida de miles de personas y la enfermedad de muchos miles más.
Ahora tocan actitudes generosas, solidaridad y responsabilidad para, cada uno desde su posición, hacer más fácil la protección de la salud de los más pequeños y mantener a la vez una actividad económica y un empleo imprescindible para el futuro. Todos juntos será posible.