José Antonio de Santiago Juárez

La Cencellada

José Antonio de Santiago Juárez


Los Goya

02/02/2024

A una semana de la celebración de la gala de los Goya en Valladolid, parece obligado escribir sobre la misma. Desde que a finales de marzo del pasado año se conoció que, entre otras cuestiones, la insistencia del entonces alcalde, Óscar Puente, -el propio presidente de la Academia del Cine Español, Méndez- Leite, lo reconoció-, había conseguido que la Academia eligiese nuestra ciudad para la entrega de los premios más importantes del cine español en 2024, no termino de ver, seguramente necesite gafas por la vista cansada, si los siete millones de euros de todos que desembolsa el Ayuntamiento, también de todos, son un gasto prioritario, adecuado, necesario y rentable. Por lo que leo y me cuentan, parece que sí, ya que el impacto económico estimado rondará los 60 millones. En la celebración en 2019 en Sevilla el impacto fue de algo más de 52 millones y en Valencia de cerca de 54. Habrá que esperar a los estudios que se hagan pasada la gala, para despejar, al menos, mi presbicia.
De lo que no tuve ninguna duda desde el primer momento, fue de la insistencia de Óscar Puente, ya que, además de su afición por el cine y el teatro que es bien conocida y nunca ha ocultado, estaba el buen momento político para anunciarlo a escasos dos meses de las elecciones municipales. Luego, las urnas demostraron que no fue suficiente para continuar cuatro años más en la alcaldía que, entonces, era su principal objetivo.
En la clase política española, después de más de 45 años de democracia, todavía se mantiene la creencia de que una inauguración, un anuncio, un gesto... en la última curva del mandato puede dar el triunfo electoral, cuando cada vez es más evidente que los ciudadanos juzgan, con su voto, cuatro años de gobierno y han aprendido que los fuegos artificiales de la precampaña y campaña electoral tienen la pólvora mojada.
Sea como fuere, Pucela se merece la celebración de la 38 edición de los Goya y mucho más. No solo por ser una ciudad vinculada al cine de calidad (Seminci y primera Cátedra de Cine de España) y porque muchos de sus vecinos son buenos cinéfilos desde la afición y también desde el análisis, sino también porque sus plazas y calles comparten características con el séptimo arte. Valladolid acumula historia, historias y cultura para exportar, emoción y vértigo, tristeza y, en ocasiones, pena y amargura, pasión y misterio en muchos rincones, risa y amistad en sus espacios más abiertos, calor luminoso, frío oscuro, niebla, calidad humana de su gente y belleza, mucha belleza. El programa de actividades que desde hace semanas realiza el Ayuntamiento es amplio, interesante e intenta integrar a todos los sectores de la ciudad. Como casi siempre, el vandalismo, muy minoritario, ha querido estar presente. Por «poner un pero», quizás se echen en falta algunas actividades más imaginativas y novedosas.
En general, las galas de los Goya suelen ser excesivamente largas y con asiduidad se tienden a rellenar con demasiada carga política doméstica con marcado sesgo partidista. Dada la composición del equipo de gobierno municipal y del de la Junta de Castilla y León y los méritos que hacen los socios del PP en ellos, es fácil que se preste a que la familia del Cine se deslice por este último terreno. Esperemos que no sea así, que sea un éxito y todos (presentadores, premiados, nominados, autoridades, público…) estén a la altura del cine y de nuestra ciudad.
No estaría de más que algunos, antes de acudir a la celebración, revisen el discurso que realizó Antonio Banderas durante la presentación de la gala de 2021 en el Teatro del Soho de Málaga. Un lujo.