Auvasa ganará hasta 5.000 viajeros al día con la ZBE

M. Rodríguez
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Actualmente más de la mitad de los viajes en vehículo privado por la capital tienen origen en la almendra central, que también es el destino del 44,9%

261219JT_0076.JPG - Foto: Jonathan Tajes

El transporte público será uno de los principales beneficiarios de la  puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). La implantación de este área específica conlleva un conjunto de penalizaciones a los desplazamientos en vehículo privado que ineludiblemente provocarán un cambio de hábitos hacia una movilidad  más sostenible. El Ayuntamiento de Valladolid calcula, en base a experiencias en otras ciudades en las que ya funcionan estas restricciones,  que el trasvase modal hacia el transporte público fluctuará entre el 7,5% y el 14% de incremento de viajeros.

Las últimas mediciones municipales, realizadas en el segundo semestre de 2022, reflejan que, el área de la ZBE, coincidente con la almendra central, computa más de 76.000 desplazamientos en vehículo privado (53%) y en transporte público (46%). Una situación que se revertiría con la puesta en funcionamiento y que hará que el 53 % corresponda al autobús y el 47% a desplazamientos en coche propio, ya que los viajes hacia la ZBE se reducirán en 4.000 por día. Esto supondría un incremento del transporte público, en su conjunto de entre el 2,9% y el 5,5%, lo que se traduce en un incremento de viajeros totales, que oscilaría entre los 2.600 y 5.000 para un día laborable. 

Este cálculo se ha realizado sobre la base de los 90.000 viajeros diarios en días laborables registrados por Auvasa durante el año 2019, ya que los siguientes años están condicionados por las restricciones de la pandemia.

Desde la Concejalía de Movilidad se detalla que estas limitaciones tendrán pocos efectos negativos para los accesos a la zona. Además, en el caso del transporte público, la localización de las paradas garantiza unos tiempos de desplazamiento a pie a cualquier punto del centro de la ciudad en menos de cuatro minutos, por lo que gana atractivo, y de ahí esos incrementos. Y se resalta que la cobertura de la red de paradas de transporte público de Valladolid es muy amplia, junto con la dotación de aparcamientos públicos, que también garantiza unos altos niveles de accesibilidad, ya cualquier punto del centro de la ciudad está a menos de cinco minutos caminando. 

La memoria de la  ZBE, que ahora mismo está en exposición pública y que se espera aprobar en agosto de este año, también muestra una previsiones positivas en la calidad del aire y se avanza una reducción de los gases de efecto invernadero y de los contaminantes que puede variar entre el 20% y el 80%, aproximadamente. De hecho, en el documento se deja claro que la contaminación atmosférica en este área proviene fundamentalmente del tráfico rodado, de las actividades de hostelería y restauración, y en las épocas más frías, de la calefacción de gas natural y gasoil de los edificios ubicados en la zona. 

En la propuesta de ZBE se fija la nueva delimitación del área y el calendario de aplicación. Ahora se delimitad una zona de 4,70 km de perímetro, con una superficie de 1,1 km2 , lo que supone un 0,5% de la extensión del municipio y un 2,1% sobre la superficie de la ciudad. También cambia el calendario de aplicación. En la memoria se apunta que el 31 de agosto de este año se aprobará definitivamente de la Ordenanza reguladora de la ZBE y habrá un periodo transitorio, sin denuncias, hasta 1 de enero de 2025, para aplicar la restricción de acceso, circulación y aparcamiento dentro del área para los vehículos 'sin etiqueta'. 

El censo que maneja la Concejalía de Movilidad detalla que actualmente hay menos de 40.000, de los que el 17% aparca habitualmente en la zona ORAdel casco histórico. El 1 de enero de 2026 está previsto que comiencen las restricciones de acceso, circulación y aparcamiento dentro para los vehículos con etiqueta B, y finalmente el 1 de enero de 2030 la restricción de acceso, circulación y aparcamiento llegará para los C. 

Considerando la experiencia de otras ciudades europeas donde existen ZBE consolidadas durante más de 10 año y con diferentes niveles de restricción, se apunta que la prohibición de acceso de determinados vehículos implica una reducción hasta del 10% en el total del parque en tan solo un horizonte de cinco o seis años.