El Real Valladolid había cambiado con Pezzolano. Parecía otro. O no. Quizá solo era un espejismo. Porque este jueves en Valencia calcó el encuentro de Elche, adelantándose pronto en el marcador, por medio de Cyle Larin, para luego ser conformista, poco ambicioso y permitir a su rival, 'tocado' en lo anímico, remontar. Cierto es que el 1-1 llegó en un error grotesco de su portero, Jordi Masip, pero la recta final fue calcada a la del Martínez Valero, encerrado atrás, permitiendo que los ché llegasen y buscasen su portería siempre... hasta que en el 92 un canterano de los locales, Javi Guerra, ajustició a los blanquivioleta, dejándoles sin el premio de, al menos, un punto para meterles de nuevo en el fango de la lucha por no bajar.
Pezzolano repitió once. Con El Yamiq en la defensa, con una máscara que le duró dos minutos. Y con los diez que habían ganado al Girona. Y el comienzo no pudo ser mejor. Tras el lógico tanteo, en el minuto 6, el 'killer' blanquivioleta, Cyle Larin, volvió a ver puerta tras varias jornadas sin hacerlo. Fue en un error de Diakhaby, en un pase que le venía al pie y no acertó a controlar. El canadiense se fue raudo y veloz hacia la portería de Mamardashvili, batiéndole de primeras colocando el cuero a su izquierda. El 0-1 fue un bonito regalo.
Y tranquilidad para el juego del Pucela, que quiso bajar los bioritmos de los locales, que no remataron a puerta hasta el minuto 16, con un cabezazo flojo de Cavani a las manos de Masip.
Los ché buscaban la intensidad y los contactos. Mientras que los pucelanos querían más control. Y ganaba esto último, con el Pucela manteniendo la posesión y encerrando al Valencia en su campo por momentos. Solo faltaba algo más de colmillo. Porque en el 28, Paulista remató solo un saque de esquina a las manos, de nuevo, de Masip. Ese era el problema. Que de la nada podía llegar el empate.
Además, con el paso de los minutos, esa ausencia de ambición hizo 'crecer' al Valencia, con un lanzamiento lejano a los 33 minutos de Diakhaby, que atajó bien Masip; y algunas llegadas, como una de Musah, que hicieron dudar. El Pucela necesitaba asustar y no manejar el balón sin avanzar metros.
Como lo hizo Escudero en el 43, con un lanzamiento casi desde el centro del campo, que superó a Mamardashvili y no entró por poco. Fue justo después de la lesión de Amallah, tras una dura entrada de Cenk a la rodilla (sin amonestación, por cierto). El marroquí tuvo que ser cambiado por Aguado al hacerse daño en la caída en el hombro. Pero ese susto de Escudero hizo que el Pucela llegase mejor al descanso... y con ventaja en el marcador.
Tras el intermedio, era cuestión de seguir jugando con la ansiedad del Valencia. Y de buscar algo más la portería contraria. Porque el cuadro ché también tenía rabia dentro. Y empezó a empujar, teniendo una ocasión a los 10 minutos, en una falta que prolongó Diakhaby y no llegó por poco Cavani. Por entonces, El Yamiq también había abandonado el campo lesionado. Y por entonces, el colegiado comenzó a sacar amarillas. Todos al mismo lado. Empujón de Duro a Kike Pérez. Nada. Empujón de Kike Pérez a Duro, tarjeta.
El Real Valladolid no debía entrar en esas guerras. Aunque cometía demasiadas faltas. Y muy cerca de su área. En una de esas, en el minuto 60, Masip cometió el error del partido. Porque si el de Diakhaby fue grave, el del portero del Pucela fue aún peor. Precisamente en un remate de cabeza del central del Valencia, lejano, que el catalán dejó pasar, de forma incomprensible, haciendo el que 1-1 subiese al marcador.
El partido cambiaba. El Pucela necesitaba algo más. Había jugado a no hacer daño. Y había aguantado bien 60 minutos. Pero el error de Masip le hacía tener que variar.
Pudo hacerlo en el 65, en una acción por banda derecha de Fresneda, pared con Larin y entrada del lateral por el centro. Su remate, de primeras con el exterior, dio en el larguero, en lo que parecía el 1-2. La acción fue un ejemplo de lo que podía hacer el cuadro pucelano... si quería y lo buscaba.
Aunque el hecho de haber jugado tantos minutos a no hacer daño hacía que le costase más cambiar el chip. Con lo que, con los cambios, los de Pezzolano trataron de contemporizar, de nuevo con el balón. El Valencia pareció, además, perder gasolina. Aunque siguió merodeando el área de Masip, como en un remate de Hugo Duro alto en el 84 u otro de Lino en el 86 fuera.
El encuentro entraba en esa recta final no apta para cardíacos. Con el Valencia más volcado. Con el Pucela queriendo mantener el empate. Más conformista. Y con cinco de añadido. Y cuando uno no quiere suele ocurrir lo peor. Minuto 92, pérdida de balón de Kenedy, salida desde atrás de los valencianos, que encuentran al joven Guerra con una autopista por el centro, recorta a Plano y pone el cuero con suavidad lejos de Masip. Su gol vuelve a demostrar que al Real Valladolid le cuesta acabar los partidos de pie, que termina hundiénsose en un bloque bajo que no le gusta a su entrenador, pero que lo hace.
La derrota deja al Real Valladolid con 35 puntos. Cuatro por encima del descenso.
Ficha técnica:
2 – Valencia: Mamardashvili; Foulquier, Paulista, Diakhaby, Cenk (Hugo Duro, m.46), Gayà; Nico (Ilaix, m.83), Musah (Diego López, m.83), Almeida (Javi Guerra, m.89); Lino y Cavani
1 – Real Valladolid: Masip; Fresneda, Joaquín, El Yamiq (Javi Sánchez, m.53), Escudero (Kenedy, m.80); Kike Pérez (Olaza, m.79), Hongla, Monchu, Gonzalo Plata (Óscar Plano, m.80); Larín y Amallah (Aguado, m.46)
Goles: 0-1, m.6: Larín. 1-1, m.60: Diakhaby. 2-1, m.93: Javi Guerra
Árbitro: Munuera Montero (Comité andaluz). No amonestó a nadie por parte de los locales y a Kike Pérez, Masip, Joaquín y Hongla por parte de los visitantes
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo primera jornada de LaLiga 2022/23 disputado en el Estadio de Mestalla ante 42.023 espectadores.