El Real Valladolid afronta el parón por los compromisos de las selecciones nacionales un poco decaído. La derrota ante el Cádiz, que llegó en el minuto 92, mandó a los blanquivioleta a los puestos de descenso. Y ahí estará las dos próximas semanas, al menos hasta que visite al Getafe, el 1 de octubre.

Pacheta buscará estas dos semanas, sin los internacionales Plata, Weissman y El Yamiq, además de Fresneda, adaptar del todo a los últimos en llegar, Kenedy, Narváez, Feddal y Malsa (este debutó el viernes ante el Cádiz tras superar unas molestias) y, sobre todo, mejorar en las áreas, donde no está rindiendo el equipo. No solo en la defensa, con fallos en cadena tanto de los jugadores de campo como del portero, si no también en ataque, con multitud de ocasiones erradas. 

La primera plantilla trabajó el sábado, solo unas horas después de la derrota ante el Cádiz, para, como se señala desde el club, limpiar la cabeza y canalizar la energía hacia el próximo duelo. Los titulares realizaron ejercicios de recuperación y el resto de futbolistas se desempeñaron con intensidad sobre el verde de los Anexos en rutinas de centro y remate, y de partidos en espacio reducido. Luis Pérez continuó con su trabajo individualizado en la recuperación de su lesión.

El equipo volverá al trabajo grupal este martes, en sesión vespertina, para afrontar una semana en la que no habrá competición por la disputa de partidos de selecciones, pero en la que sí se jugará, contra el CA Osasuna el jueves en duelo amistoso en Burgos.