Después de más de tres décadas viviendo fuera de Valladolid, Carlos Montero decidió regresar a finales del año pasado a su ciudad. Este ingeniero electrónico deja en Estados Unidos a una hija universitaria, pero prima estar cerca de su madre, que tiene 83 años. Un retorno al hogar familiar que conlleva también comenzar aquí una nueva vida con su esposa estadounidense y poner en marcha su propia empresa. Un proyecto en el que ha sido «fundamental» el plan de retorno del talento del Ayuntamiento de Valladolid. «Lo conocía por familiares, me informé por la web y no fue complejo conseguir la subvención que ofrecen», explica Montero.

Y así, con una dosis de «aventura», un proyecto empresarial muy personal y los 80.000 euros de ayuda municipal está a punto de lanzar una plataforma pensada para las familias de las personas mayores que necesitan cuidados. «Hawi es una mesa familiar virtual donde se pueden comunicar la persona mayor y su familia». Una aplicación que matiza no sustituye a la teleasistencia porque es un concepto «diferente»y centrado en los cuidadores. «Vimos un hueco en el mercado para poder optimizar el proceso de cuidados en el entorno familiar», detalla. Y la base de esta aplicación es «hacerlo fácil» para que el entorno de la persona mayor «puede ayudar». El proceso es «fácil» porque detalla que solo se necesita un móvil y si la persona mayor no supiera utilizarlo, la red funciona «sin ella». Esta plataforma no solo está dirigida a familias sino que también a los sistemas de salud por «los beneficios que les puede aportar».