El nombramiento de Oscar Puente como ministro de Transportes no ha sido una sorpresa. Todas las quinielas situaban al exalcalde de Valladolid dentro del Consejo de Ministros y se ha confirmado. Puente ocupará una de las carteras más relevantes del Gobierno en una legislatura que se prevé complicada.
El exregidor no tendrá más remedio que ponerse manos a la obra desde el primer momento, ya que la labora que se realice desde el Ejecutivo estará controlada en todo momento por los partidos que sustentan el apoyo parlamentario y, por supuesto, por los grupos de la oposición.
Como exalcade de Valladolid, Puente es perfectamente conocedor de las obras pendientes, tanto en la ciudad como en la provincia, son de vital importancia.
Obras como la Autovía del Duero para comunicar la provincia con el noreste español. Puente debería intentar dar un acelerón a los dos tramos que actualmente están en obras entre Tudela de Duero y Quintanilla de Arriba. Ambos acumulan retrasos considerables y las obras no están ejecutadas ni siquiera al 50 por ciento. Al menos hasta 2025 njo estarán terminadas. El verdadero problema lo tendrá Puente en el tramo entre Quintanilla y Castrillo de la Vega. El Ministerio hizo una pequeña triquiñuela al licitar el trazado de dos kilómetros en la provincia burgalesa, pero el conjunto del tramo de unos 40 kilómetros no está ni siquiera licitado.
Otra de las infraestructuras de mayor relevancia para la provincia es la A-60, la autovía entre Valladolid y León. En este caso, la situación es todavía mucho más compleja. Ya ha salido a información pública dos tramos que unen Villanubla, La Mudarra y Medina de Rioseco, en Valladolid. La aprobación incluye el expediente de información pública y el documento técnico de actualización del procedimiento ambiental de los proyectos de la autovía A-60 entre Villanubla y Medina de Rioseco. Este proyecto necesitaría, por parte de Óscar Puente, un fuerte 'empujón' para conectar tras años y años de retrasos.
Otro de los proyectos pendientes es el tercer carril de la Autovía de Castilla, entre la localidad palentina de Dueñas y Tordesillas. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) aprobó recientemente el expediente de información pública y definitivamente el proyecto de trazado para la mejora de capacidad y funcionalidad de la Autovía de Castilla (A-62), en el tramo comprendido entre Simancas y Tordesillas, desde el kilómetro 140,500 al 151, en la provincia de Valladolid. Eso significa que este proyecto está cada vez más cerca. El Ministerio sigue con la redacción del proyecto de construcción en el que se definirá dicha actuación con el detalle necesario para llevar a cabo su explotación y construcción.
Puente también será el responsable gubernamental de las infraestructuras ferroviarias y, en este aspecto, tendrá que afrontar la intención del alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, de llevar a cabo el soterramiento. En este aspecto es donde Puente puede ejercer un papel fundamental en la consecución de este proyecto o, por el contrario, imponer la voluntad que mostró durante sus ocho años como regidor y dejar sin efecto la idea de soterrar las vías del tren.
Jesús Julio Carnero y Óscar Puente tienen ideas completamente diferentes en cuanto al soterramiento y el proyecto de integración y habrá que esperar para comprobar cómo discurren los acontecimientos y si ambos son capaces de llegar a un entendimiento. El primero quiere que sea el Ministerio el organismo que sufrague el soterramiento, mientras que el segundo nunca ha confiado en el proyecto debido a su elevado coste y siendo alcalde apostó e inició el proyecto de integración, aún en vigor.
Carnero ha anunciado públicamente en numerosas ocasiones su intención de iniciar el proyecto del soterramiento. Es más, buena parte de su campaña electoral se basó en esta promesa y achacó que no se llevara a cabo a la falta de iniciativa y liderazgo del entonces alcalde Óscar Puente.