Una plantilla de anuncio

M.R.I.
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Los más de 260 empleados de la factoría de Nestlé en Valladolid son los protagonistas del nuevo anuncio de la multinacional

La directora de la factoría vallisoletana y algunos de los empleados de Nestlé, los mismos que han protagonizado los spots. - Foto: J.Tajes

Qué mejor que la cercanía para recuperar o ganarse la confianza de los consumidores! Quizás por eso la multinacional Nestlé ha decidido aprovechar el potencial de su plantilla de Valladolid para renovar su imagen después de la que empresa se viera obligada a retirar seis productos del mercado tras detectar ADN de caballo en los canelones de la marca La Cocinera.

Desde hace varias semanas los espectadores de las diferentes televisiones del país conocen a varios de los empleados que se encargan de elaborar los productos de la marca La Cocinera en la fábrica vallisoletana. Ellos son los que se ocupan de transmitir seguridad y confianza en torno al proceso de elaboración y control de calidad de sus productos en un anuncio que dura poco más de un minuto y en el que participa hasta la propia directora de la fábrica, Ana Fernández.

Todos los platos precocinados que se retiraron salían de la factoría de Valladolid,ubicada en la calle de la Azucarera, en el Polígono de Argales. Y, a pesar de que la cantidad de ADN de caballo localizado en los canelones congelados era ínfima, se decidió dejar de producirlos y se optó por retirar del mercado este producto, junto con la empanada gallega, el relleno de carne, el giratén de berenjenas, las empanadillas y el fusilli boloñesa.

Después, la empresa decidió dejar de trabajar con el proveedor de carne, además de incorporar el análisis de ADN a todas las partidas de carne de vacuno que reciben. Desde la Dirección de Nestlé en Valladolid se asegura que se llevan a cabo protocolos de control de calidad muy meticulosos. Se controlan 5.700 parámetros de 1.700 muestras de materia prima cada año, como mínimo 15 al día, lo que significa más de 400.000 controles anuales en las líneas de producción.

Actores por un día. Durante tres días los más de 260 trabajadores de la plantilla vieron como la fábrica se convertía en un improvisado plató de rodaje y muchos de ellos se convertían en protagonistas del mismo.

El spot comienza con Pepa Leñero, una de las trabajadoras más veteranas de la factoría, ya que  lleva en la fábrica más de 39 años. Ella es la que introduce a los espectadores en la planta para que conozcan «cómo se hacen las cosas porque los trabajadores están orgullosos de su empresa y sienten que le deben algo al consumidor que sigue fiel a la marca después de 50 años».

Otro veterano, José Luis Rico, que acumula 35 años de experiencia en la fábrica, explica cómo es el proceso de producción de los canelones, garantizando que los productos son frescos y de calidad. Algo que certifica una de las responsables del laboratorio, Estefanía Araque, que hace un recuento del número de análisis y pruebas que se realiza a cada producto.

El anuncio, que está rodado en blanco y negro, se centra en el carácter familiar de la firma de alimentación. No sólo se recalca que los trabajadores fabrican los alimentos precocinados como si fuera en «una gran casa», tal como relata María Paz García, que está en la empresa desde hace 40 años, sino que también se incide en que ellos mismo consideran que forman parte de «una gran familia». Y para reforzarlo se recuerda que son muchas las familias que trabajan allí, como la Marchena o la Repiso.