La factoría de Nestlé en Valladolid, que celebra en 2013 sus 50 años de vida, fabrica al año más de 20.000 toneladas de alimentos. En la actualidad la firma, con una plantilla directa de más de 260 empleados más otros cien indirectos, produce en la capital vallisoletana un buen número de productos congelados y ultracongelados. Además de los canelones, empanada gallega, relleno de carne, giratén de berenjenas y las empanadillas, todos de la marca La Cocinera, se produce fusilli boloñesa de Buitoni, pizzas, nuggets, hojaldre... Y casi el cinco por ciento de esta producción se vende al exterior.

Una producción que ha crecido con la presentación este mismo año de los rellenos refrigerados asociados a la pasta y varios platos de pasta. «Todavía hay pendientes nuevos productos que iremos presentando en los próximos meses», comenta Ana Fernández, directora de la planta vallisoletana.

«Ahora mismo es difícil hacer proyecciones de futuro, pero estamos intentando poner las bases de futuro para cuando termine esta situación difícil», asegura Fernández, a la vez que confirma que en los últimos cinco años se han invertido 1,8 millones de euros en Innovación y Desarrollo para mejorar la planta. Eso no es un obstáculo para que la fábrica aunque está muy automatizada haya «preservado la identidad de la marca» con la elaboración manual de la pasta fresca y los rellenos.

La factoría del polígono de Argales se inauguró en 1963 para fabricar los productos de la marca Maggi, aunque desde el 2000 fabrica para Nestlé un buen número de precocinados congelados y refrigerados de la marca familiar La Cocinera.