Elegir qué carrera estudiar es una de las decisiones más importantes que tienen que afrontar los jóvenes. Aunque nada es definitivo, y menos a esas edades, lo cierto es que esa elección comienza a marcar el futuro y aporta algunas certezas en una época marcada por la incertidumbre. Una de ellas, la futura dificultad de acceso al mercado laboral y las posibilidades de encontrar un puesto de trabajo relacionado con la formación recibida.
Por ejemplo, estudiar Medicina o Enfermería es, hoy por hoy, casi una garantía de tener trabajo. Todo lo contrario que estudiar Periodismo. Lo que sí que parece claro en todos los casos es que hay más posibilidades de trabajar fuera de Valladolid que de quedarse aquí. De hecho, solo el 33% de los egresados encuentran un puesto de trabajo en la capital o la provincia.
Este es uno de los resultados de una encuesta encargada el año pasado por la Universidad de Valladolid (UVa) para conocer la situación de los 3.012 estudiantes que acabaron la carrera en el curso 2015-2016, en la que se obtuvieron 1.504 respuestas.
El 89% de las personas consultadas estaba trabajando, aunque ese porcentaje baja al 70% si se tienen en cuenta solo los que tienen un empleo relacionado con su formación. En las carreras de ciencias de la salud, es decir, grados como Enfermería y Medicina, el grado de inserción laboral llega al 97%, el porcentaje más alto, seguido de las ingenierías y arquitectura, que se sitúan en el 94%. Unos números que contrastan con las carreras de artes y humanidades, cuyo grado de inserción laboral se queda en el 71%. Dentro de este área de conocimiento se encuentran carreras como Estudios clásicos, Filosofía, Historia del arte e Historia y ciencias de la música, entre otras cosas.
Son factores que seguramente tengan en cuenta los casi 4.500 estudiantes de la UVa que esta semana han realizado la prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), 2.623 de ellos en el campus de Valladolid.
La encuesta realizada por la UVa solo ofrece resultados por áreas de conocimiento, y no por carreras, pero en otros estudios similares que sí que analizan grados los resultados son muy similares. Por ejemplo, Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) presentaron este año el informe Análisis de la inserción laboral de los universitarios en el que sí que hace un análisis en 67 universidades españolas por grupos de carreras similares. Y, en este caso, otra vez aparecen las de salud y servicios sociales con el mayor nivel de inserción laboral en trabajos relacionados con la formación: un 90%. Las ingenierías vuelven a aparecer en segundo lugar, con un 78,2%, seguidas de las carreras de ciencias, con un 68,4%. Tampoco hay muchas variaciones en el otro extremo de la lista. Los que tienen más dificultades para encontrar un trabajo acorde con sus estudios son los alumnos de las carreras de ciencias sociales y Periodismo, con una tasa de inserción laboral del 27,2%. Tampoco es mucho mejor la situación de los egresados en Educación, con un 40,7% y los de artes y humanidades, con un 46,3%.
En términos generales, la UVa no sale muy bien parada en este estudio sobre inserción laboral. La encuesta de la institución académica sitúa en un 70% el número de alumnos que consiguen un trabajo en su campo poco después de terminar los estudios, pero este informe rebaja ese porcentaje al 57%, lo que sitúa a la UVa en el puesto 49 de las 67 instituciones analizadas, dentro de una lista que lidera la Universidad Alfonso X el Sabio de Madrid, con un 87% de inserción laboral y que cierra la Universitat Jaume I, de Castellón, con un 45,3%. En el resto de la Comunidad destacan la Universidad Católica de Ávila y la Pontificia de Salamanca, ambas privadas y con un 79,1% de inserción laboral. Entre las públicas, León es la que tiene un porcentaje más alto (69,6%) y Burgos, el más bajo (49,6%). La de Salamanca se queda con un 58,8%.
Diferencias salariales
El informe de Fundación BBVA y el IVIE también aborda las importantes diferencias salariales entre los egresados de unas carreras y otras, un factor que viene determinado, entre otras cosas, por la oferta y la demanda de trabajadores en ese campo. De hecho, los que gozan de una mayor empleabilidad también tienen sueldos más altos. Los primeros en esta lista vuelven a ser los egresados de salud y servicios sociales, con una base media de cotización de 30.855, seguidos de cerca por ingenieros, con 29.678. Los que menos, los de ciencias (23.883), artes y humanidades (24.270) y educación (24.515). La base media de cotización de los egresados de la UVa se sitúa en 27.281 euros, lo que vuelve a situar a la institución en un discreto puesto 39 de las 67 universidades analizadas.
Hay varios factores que influyen en la empleabilidad de los estudiantes que salen de la universidad. El estudio apunta las más obvias, como la capacidad de trabajo y su disponibilidad a cambiar de ciudad o país, pero también apunta que hay otras cosas que afectan, como el género de la persona o el origen socioeconómico de su familia. También afectan las decisiones tomadas por el estudiante, como las prácticas voluntarias o la participación en programas como Erasmus. Por otro lado, hay otros factores externos, no manejables por los recién egresados, que también juegan su papel. Por ejemplo, el ciclo económico que viva el país. Finalmente, los métodos de búsqueda de empleo que utilicen los aspirantes también son importantes para tener éxito. Y en este punto, la encuesta de la UVa arroja un poco más de luz. Uno de cada cuatro nuevos trabajadores consiguieron el empleo a través de Internet, el 22% lo hicieron gracias al networking, es decir, a su red de contactos en la red, mientras que el 15% entró a trabajar gracias a las prácticas que realizó en una determinada empresa.