El paso de la gota fría por la provincia de Valladolid dejó en la tarde-noche del lunes unos registros inéditos en este mes de agosto en el que las lluvias apenas se habían dejado ver en un par de ocasiones. Los tímidos chubascos del domingo y la madrugada del lunes tuvieron su eclosión en forma de virulentas tormentas a partir de las siete de la tarde de ayer, cuando un frente recorrió buena parte de la provincia, provocando un reguero de daños en forma de inundaciones de calles, bajos, garajes y locales en distintos puntos de la capital, así como en la cercana localidad de Arroyo y en varios municipios de la comarca de la Ribera del Duero, como Castrillo o Quintanilla de Arriba.

Precisamente, las precipitaciones más intensas se dieron en la zona de Peñafiel, donde se llegaron a recoger hasta 16 litros por metro cuadrado en algo menos de dos horas. Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el siguiente punto con más precipitaciones fue la propia capital vallisoletana, en donde se llegó a los 11,2 en esa franja horaria, después de los 4,6 de la madrugada anterior. En el resto de la provincia, solo en la zona de Villalón (con seis litros) y Olmedo (cinco) se dieron precipitaciones intensas. Además, se registraron 274 rayos, de los más de cinco mil registrados en toda Castilla y León.

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Ahora, las previsiones de la Aemet hablan de estabilidad veraniega para este final de agosto en el que solo se espera sol y temperaturas ligeramente por encima de los 30 grados, con mínimas que se moverán en la franja de los 14-17 grados durante el resto de la semana.