Mari Carmen Gutiérrez es una de las 32.000 personas diagnosticadas con diabetes en Valladolid. Asegura que es una persona fuerte, creyente y que se acomoda a «todo», pero no esconde que tiene miedo al coronavirus. Uno de sus hermanos falleció el pasado 19 de marzo de este virus y relata que desde unos días antes del estado de alarma no ha salido de casa: «No he ido a la calle porque tenía miedo. No podíamos salir a la calle y no lo he hecho». Ha tratado de mantener las mismas rutinas que antes, aunque a veces no ha podido. « Tengo una terraza un poco grande, ando, tomo el aire...», asegura sobre esa falta de ejercicio, que le hace que le suba la glucosa, y que es tan necesaria en el caso de los diabéticos: «El cerebro funciona. Y él sabe que esta vida no es la normal y el cuerpo se resiente». «La glucosa la tengo más bien alta; a mí me sube y me baja mucho», habla sobre sus niveles, ya con ganas de vida normal y de ver a su familia: «Lo que más echo de menos»