La situación del campo en estos momentos no es buena. Las organizaciones agrarias de la provincia lo tienen claro. «Es necesario que llueva con urgencia». Sin embargo, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé dos semanas sin lluvia en Castilla y León con temperaturas máximas por encima de lo normal y mínimas normales o ligeramente más bajas. La situación comienza a dar «algo de miedo» a los agricultores debido a que no pueden tratar las hectáreas sembradas, ya que los fitosanitarios se evaporaron en días si no tienen agua. 

Los sindicatos recuerdan que durante el mes de diciembre las precipitaciones registradas en la provincia tampoco fueron abundantes, lo que está complicando la nascencia del cereal en las parcelas que se sembraron más tarde y dificultando el desarrollo de las más tempranas. 

El campo vallisoletano necesita agua con urgencia también para la función de recarga de los ya damnificados acuíferos de la provincia. Consideran que la campaña de verano puede verse perjudicada si se tiene en cuenta que la lluvia caída a partir de este mes de febrero no va directa a los acuíferos, sino el calor hace que mucha se evapore y no se acumule de cara al verano. 

El presidente de la Cámara Agraria de Valladolid, Ignacio Arias, manifestó que sí están apareciendo los problemas en el cereal más tardío. «Las parcelas que no han nacido todavía pueden tener algunos problemas, afortunadamente aquellas donde el cereal ya está crecido tendrá menos dificultades a la hora de crecer. Arias indicó que los problemas pueden llegar durante las próximas semanas en el caso de que continúen sin registrarse precipitaciones. «Existe una preocupación moderada». 

El coordinador del sindicato UCCL en Valladolid, Valentín García, fue un poco más alarmista e indicó que en el caso de las cebadas más tardías ya comienzan a tener problemas por la ausencia de agua.  Destacó que las continuas heladas registradas durante el mes de enero han mermado en gran medida la humedad de las parcelas. «El agua sube a la superficie y las bajas temperaturas la hacen desaparecer con el hielo. Empezamos a tener miedo y muchos agricultores no saben qué hacer con respecto a los tratamientos porque los herbicidas necesitan agua porque si no se evaporan en muy pocos días», comentó.  ?

García también indicó que se trata de un mal año para la recogida de agua por parte de los acuíferos de los que luego se extrae agua para la campaña de riego. «Es necesario que empiece a llover lo antes posible porque luego más tarde ya el agua que caiga no servirá de nada». 

Embalses. Debido a que todavía quedan más de cuatro meses para el comienzo de la campaña de riego, los sindicatos agrarios todavía no se muestran preocupados por la situación de los embalses que riegan los campos de la provincia a pesar de que la situación es claramente peor que la registrada hace tan solo un año. Los datos que maneja la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ponen de manifestó que los cinco pantanos que suministran agua a la provincia para el riego (Camporredondo, Requejada, Aguilar de Campoo, Cervera y Compuerto) tiene actualmente 219,4 metros cúbicos de agua, una cifra claramente inferior a la registrada por estas fecha en 2021, cuando eran 365 metros cúbicos. Es decir, el agua almacenada este año es casi un 40 por ciento menos.

El presidente de Asaja en Valladolid, Juan Ramón Alonso, indicó que los agricultores están teniendo «problemas serios» a la hora de decidir qué hacer a la hora de lanzar al cereal los productos fitosanitarios necesarios para su tratamiento debido a que no son efectivos en el caso de que no cuenten con agua. «Son productos muy caros que no se pueden desperdiciar debido a su precio y ahora no es un buen momento para utilizarlos porque no harían nada y en unos pocos días ya no estarían en la tierra», resaltó el presidente del sindicato agrario.