La DGT despide 2022 con la mortalidad en máximos de la década

A. G. Mozo
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El año se cierra con 17 fallecidos en Valladolid, solo dos menos que en 2021 y 2015, los únicos del último decenio con peores cifras. Las vías provinciales aglutinan la mitad de estas muertes y tres de las víctimas eran peatones

Accidente mortal en la N-122, en Peñafiel. - Foto: Bomberos Diputación de Valladolid

La seguridad vial no termina de volver a los registros que había antes del estallido de la pandemia del covid, un periodo que también en la siniestralidad ha marcado un antes y un después. La velocidad y las distracciones siguen siendo los principales factores concurrentes en los siniestros más graves, pero la situación se ha ido acentuando a medida que se iban dejando atrás las restricciones sociales obligadas por los meses de batalla contra el coronavirus. Ya en 2021 se vivió un repunte histórico de los siniestros mortales (del 35%) que en este 2022 no se ha logrado mitigar del todo, aunque al menos se cierra el año con una ligera reducción de la mortalidad sobre el asfalto.

Las personas fallecidas en un accidente de tráfico han bajado de 19 a 17, lo que supone una caída del 10% que, pese a todo, continúa siendo un mal dato. Las 17 vidas que se ha llevado la carretera este año en Valladolid son uno de los peores registros de la última década, pues solo son dos menos que en 2021 y 2015, pero para encontrar una cifra más negativa hay que irse hasta 2012, cuando llegaron a ser 22 los muertos, en 20 siniestros.

En 15 accidentes

Este 2022 se cierra con 15 accidentes mortales, uno menos que en el pasado 2021 y uno más que en 2017, 2018 y 2019, si bien es cierto que el salto con respecto a lo que había antes de la pandemia se produce por la fatalidad de que en dos de esos siniestros de este año hubo dos víctimas en lugar de lo que suele ser habitual, que es que solo haya un muerto por accidente. Fue el del 26 de agosto en la N-122 (en Peñafiel) en el que murieron un padre de 42 años y su hijo de 14 al empotrarse contra un camión; y el del 30 de octubre, a las afueras de Velliza, donde (también) un padre de 85 años y su hijo de 55 eran arrollados por un conductor ebrio cuando caminaban por la VP-5805 una tarde de domingo.

Precisamente, esas carreteras provinciales han sido el principal foco del problema de seguridad vial que se ha evidenciado en este año. La mitad de los fallecidos iban por una de estas vías, mientras que otros cuatro lo hacían por autovía (dos en la A-6 y otros dos en la A-62), otros cuatro, por nacional (tres en la N-122 y uno en la N-601) y uno, el último del año, el de la pasada tarde de Nochebuena, por una vía autonómica pero también de un carril por sentido. Además, 14 de las víctimas eran hombres y ocho de ellas superaban los 50 años.

Este 2022 deja una elevada cifra de peatones fallecidos en vías DGT (interurbanas), ya que a los dos de Velliza se suma el caso de la joven de 15 años que fue atropellada el pasado 30 de noviembre cuando cruzaba a Simancas por la A-62.

La negra lista de víctimas se abría el 9 de enero con otra mujer, esta de 29 años, en una colisión con otros tres heridos en la N-601 (en Ceínos).

Dos motoristas

El siguiente caso no se producía hasta el 2 de mayo, cuando perdía la vida un motorista de 50 años tras chocar contra dos turismos en la VA-932 (Mayorga). El 6 de junio acontecía el tercero, tras salirse de la A-62 (en Alaejos) un furgón con diez ocupantes y fallecer un hombre de 30 años.

La llegada del verano aceleraba la accidentabilidad. El 18 de julio moría el conductor de una grúa en la VA-912 (Mucientes), el 19 de agosto fallecía otro motorista (el segundo) en la VA-542 (Castrobol), al día siguiente había otra salida de vía en la A-6 (Rueda) que acabaría con la vida de una septuagenaria y el día 26 de agosto se producía el accidente de Peñafiel. Sin acabar el verano, el 16 de septiembre, un hombre de 55 años moría en otra salida de vía en la VP-3014 (Piñel).

Los últimos del año han sido los del 23 de octubre en la VP-3001 (en Valbuena), donde moría un joven de 35 años; el del 24 de octubre en la VA-4040 (Pozaldez), donde perdía la vida un sexagenario; el atropello doble de Velliza del 30 de octubre; el de la chica de 15 años arrollada el 30 de noviembre en Simancas; y los tres acumulados en este trágico diciembre: el día 1 fallecía un joven de 24 años en una triple colisión en la A-6 (Medina); el día 12, la N-122 se cobraba otra vida, esta vez en Traspinedo; y el del día 24 en la CL-610, con un septuagenario fallecido y tres personas heridas en un choque frontal.