Cuatro años de cárcel para los dos jóvenes que amenazaron con volar un edificio de Las Batallas

A. G. Mozo
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Atacaron a ocho policías con cuchillos en un bloque de la calle Covadonga y, mechero en mano, llegaron a abrir una bombona

Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado al domingo, en el 13 de la calle Covadonga, en Las Batallas. - Foto: J. Tajes

Los dos jóvenes detenidos el primer fin de semana de marzo por atacar a ocho policías con cuchillos y por amenazar con explotar el bloque de viviendas de Las Batallas en el que residen con una bombona de butano han sido condenados a un total de cuatro años de prisión por la comisión de sendos delitos de atentado contra la autoridad. La sentencia, a la que tuvo acceso El Día de Valladolid, condena a estos dos chicos rumanos, de 34 y 33 años, por enfrentarse a los agentes que acudieron a solicitarles que bajaran el volumen de la música de la fiesta de cumpleaños que se estaba celebrando en un primer piso de la calle Covadonga, 13.

En concreto, el juez titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Valladolid le impone una pena de dos años y ocho meses de prisión a Ionel Z. (y 180 euros de multa, por una falta contra el orden público), el que cumplía años y quien, con el mechero en mano, abrió la bombona de butano y espetó a los ocho policías que acudieron hasta el rellano de la primera planta eso de «vamos a morir todos, vamos a explotar». El magistrado entiende que, en el caso de este varón de 34 años, concurre la circunstancia agravante de reincidencia, ya que en 2011 ya se le condenó por otro delito de atentado a agentes de la autoridad, por lo que le impone la condena más elevada. En el caso de su amigo, Constantin C.C., de 33 años, la pena fijada por el juez es de un año y cuatro meses. La tercera detenida aquella noche, Genoveva M.M., de 35 años, ha sido condenada al pago de 90 euros de multa por una falta contra el orden público, puesto que no participó en los ataques.

La Fiscalía, inicialmente, pedía para ellos la imposición de penas de tres años de cárcel, en el caso de Ionel Z., por ese agravante de reincidencia; de uno y medio para Ciprian C.C.; y multa de 360 euros para Genoveva M.M.

Los hechos, objeto de juicio el pasado 22 de marzo, ocurrieron en la madrugada del sábado día 2 al domingo 3 de marzo. Se registró una primera llamada de vecinos del 13 de la calle Covadonga a las 2.15 horas, a la que acudieron dos agentes de la Policía Local, a los que estos tres jóvenes recibieron en una actitud chulesca y diciendo que ellos no pensaban bajar la música: «En mi casa puedo hacer lo que me salga de los cojones».

Pese a estas formas, antes de que los policías se fueran de allí, bajaron la música, aunque, según reza la sentencia, la tranquilidad en ese bloque de pisos no duró más que unos minutos ya que los vecinos volvieron a quejarse poco después de que la música estaba muy alta y de que tenían miedo de la actitud de sus vecinos.

«Os vamos a matar». Por ello, la Policía Local regresó a las 3.25 horas y ya lo hizo con el apoyo de dos  patrullas del Cuerpo Nacional de Policía. Cuando llamaron a la puerta, la respuesta de los tres condenados fue contundente: «¿No habéis tenido ya bastante? Otra vez  venís a tocar los cojones. Hijos de puta. Os vamos a matar», tal y como recoge el magistrado en el fallo al que ha tenido acceso este periódico en fuentes del TSJ. Y acto seguido, la irrupción, ya con cuchillos, de Ionel Z. y Ciprian C. que, en dos instantes distintos, se abalanzaron hacia un policía cada uno, teniendo que «echarse para atrás para evitar ser agredido con los cuchillos», constata el juez.

Sin solución de continuidad, tal como relata el propio fallo, se produjo el momento de mayor tensión. Cuando Ionel Z. entró a la cocina y apareció «con una bombona de gas y un mechero, empezando a manipularla, al tiempo que decía ‘vamos a morir todos, vamos a explotar’, por lo que, al hacerse ya notorio el olor a gas y portar un mechero, se dio la orden de entrar en el domicilio y detener a los tres acusados», tal como se relata en la sentencia.

Dice que iba a hacer café... El juez de Penal 3 no da crédito a la versión exculpatoria de Ionel Z., que afirmó, durante su declaración en el juicio (celebrado el pasado 22 de marzo), que, en realidad, sólo pretendía cambiar la bombona de butano para hacer un café.