Tres detenidos por atacar a 8 policías con cuchillos y amenazar con explotar un edificio en Las Batallas

A. G. Mozo
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Mechero en mano, uno de los tres llegó a abrir una bombona de butano y desafió a la Policía: «La voy a hacer explotar. Aquí morimos todos. Os vamos a matar» · El juez le envió a prisión

Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado al domingo, en el 13 de la calle Covadonga, en Las Batallas. - Foto: J. Tajes

Una fiesta en un piso del barrio de Las Batallas acabó el pasado fin de semana con tres detenidos, por atacar a ocho policías con cuchillos y hasta amenazar con hacer volar el edificio con una bombona de butano. «La voy a hacer explotar. Aquí morimos todos. Os vamos a matar», gritaba uno de ellos, con el mechero en la mano, poco antes de que los agentes le redujeran y detuvieran por un presunto delito de amenazas graves. I.Z., rumano de 33 años, acabó el fin de semana en prisión, por orden del juez de guardia. En cambio, C.C.C. (un compatriota de la misma edad)  y G.M.M. (una chica de 35 y también rumana) quedaron en libertad.

Este grave altercado ocurrió, según ha podido confirmar El Día de Valladolid en fuentes policiales, la madrugada del pasado sábado al domingo en la calle Covadonga, 13. Los primeros en acudir fueron agentes de la Policía Local a las 2.12 horas. Los vecinos del edificio habían llamado a la Sala 091-092 para quejarse del ruido que hacían los inquilinos del primero, pero los agentes, al llamar, sólo se toparon con un joven que en actitud «muy violenta» les dijo que no iba a bajar ni a quitar la música: «Es mi casa y hago el ruido que me sale de los cojones. Nadie va a parar la fiesta». Y lanzó la primera amenaza de la noche: «Como nos enteremos de quién ha llamado a la Policía, le vamos a matar».

Segunda visita. Los policías locales levantaron dos actas por superar el nivel de ruido permitido y desobediencia, y se fueron. Hasta que a las 3.25 entraron más llamadas en la Sala Conjunta de Policía, en la que los vecinos del inmueble aseguraban sentirse atemorizados.

Acudió la misma patrulla y el recibimiento fue todavía más agresivo que en la anterior ‘visita’, en la que varios de los participantes en esta fiesta privada tuvieron que sujetar a I.Z. para que no pegara a los agentes: salió armado con dos cuchillos de cocina y se fue a por uno de los policías locales, que se tuvo que apartar para evitar la agresión, según explicaron estas fuentes. Se solicitaron refuerzos y llegaron dos patrullas del Cuerpo Nacional de Policía y otra más con el jefe del servicio nocturno.

Violentos. La llegada de más policías provocó que otro de los moradores de la vivienda, C.C.C., también saliera al rellano con otros dos cuchillos y atacara a un policía nacional, que también se tuvo que retirar para evitar que le alcanzase, todo ello sazonado por las continuas amenazas de las tres personas detenidas que, según las mismas fuentes, actuaron en todo momento con «extrema violencia».

Hasta el momento en el que I.Z. salió con la bombona y, ante el «fuerte olor a gas» y la gravedad de las amenazas, los ocho policías decidieron entrar y arrestarles, eso sí, con una fuerte resistencia y sin dejar de proferir amenazas e insultos. La Policía intervino la bombona de butano, el mechero y los cuatro cuchillos.