El doble golpe de la Policía y la Guardia Civil en la llamada Operación Roava (y Plus) no solo ha servido para acabar con toda una banda de narcotraficantes y con varios de sus proveedores a media escala, sino también para sacar de la calle más de once kilos de cocaína, hachís, marihuana y una sustancia mezcla de heroína y metanfetamina -se cree que era la base para ‘cocinar’ speed- con la que estos 18 detenidos podrían haber obtenido un beneficio superior al millón de euros, según detallan fuentes del caso a este periódico.

La explicación se encuentra, principalmente, en la cocaína. Los agentes intervinieron tres litros de cocaína líquida en esas botellas, una sustancia que, una vez tratada convenientemente por G.F.R.W. (el «gurú» colombiano detenido en Guadalajara y que proveía a la banda dominicana de Valladolid), se habría convertido en unos 2,7 kilos de cocaína pura (en polvo), ya que con el proceso químico que llevaba a cabo el arrestado se recuperaba hasta el 90%. A eso luego habría que sumarle otras cantidades que tenía en su casa y que, junto a lo intervenido en la primera fase de la Operación en Las Delicias y la Circular, se iría hasta los cuatro kilos de cocaína pura. «Lo vendían al menudeo, con lo que habría que aplicarle el corte habitual, que multiplicaría la cantidad, como mínimo, por cuatro y hablaríamos ya de unos 16 kilos. El gramo está en la calle a 60 euros, con lo que el beneficio que habrían sacado a la cocaína se iría hasta los 960.000 euros», tal como explican estas fuentes a El Día de Valladolid.

El hachís, las viagras... A esto habría que sumar todo lo que la organización habría logrado con la venta de esos seis kilos de hachís (unos 30.000 euros), los 100 gramos de marihuana (unos 600 euros, a expensas del fruto que diesen las 42 plantas) y, sobre todo, con las 500 pastillas de falsa viagra (Sildenafil), valoradas en unos 20.000 euros.