Macrooperación contra el tráfico de drogas en Valladolid, con once detenidos y nueve registros en pisos y un bar de Las Delicias, Circular y La Rondilla. Además de todo tipo de sustancias estupefacientes, también se habría descubierto en una vivienda de la calle General Shelly un pequeño laboratorio en el que la banda ‘cocinaba’ speed, uno de los productos estrella de la organización que, según fuentes cercanas al caso, ponía esta droga en el mercado a uno de los precios más bajos de la ciudad.
El dispositivo comenzó sobre las ocho de la mañana. Los registros se efectuaron simultáneamente y con la participación de un centenar de agentes de la Policía y la Guardia Civil, que blindaron el barrio de Las Delicias y otros puntos de la capital como las calles Rondilla de Santa Teresa, Nicolás Salmerón y Cistérniga. Era la primera vez que ambos cuerpos participaban de forma conjunta y activa en una operación antidroga de este nivel en Castilla y León. Las pesquisas comenzaron hace cuatro meses, confluyendo en las vigilancias los equipos antidroga de Policía y Guardia Civil, por lo que se optó por seguir trabajando de forma conjunta y, llegado el día, efectuar la redada también coordinados.
Y así fue. Agentes de ambos cuerpos se repartieron cada uno de los ocho registros domiciliarios y el que se llevó a cabo en el bar Midas, uno de los «puntos clave» para la venta de estupefacientes que, presuntamente, tenía este grupo dominicano. Se trata de un local situado en Embajadores 69, justo enfrente de la Comisaría de Las Delicias, y en el que ya hubo otra operación en 2008, en la que se hallaron 140 gramos de cocaína.
Diversidad de sustancias. En la macrooperación de ayer no solo se intervino cocaína, sino que los agentes encontraron «casi de todo», según detallaron fuentes cercanas al caso. Cocaína sí, por supuesto, pero también había bolas de hachís, una sustancia que podría ser heroína y que está pendiente de análisis, speed y «abundante» sustancia de corte.
Precisamente, el speed es uno de los elementos clave de la trama. Según confirmaron fuentes de la investigación a este periódico, la banda tenía una estrecha relación con varios clanes de traficantes del Barrio España y Pajarillos. «Ellos iban a comprar allí la cocaína, la heroína y el hachís que luego iban a vender, cortado y al menudeo, por su cuenta, pero también ellos les facilitaban su speed, que era mucho más barato de lo normal», detallan. «A veces compraban ellos las drogas, en otras eran ellos los que vendían su speed o, incluso, cambiaban unas drogas por otras... se cree que estaban muy vinculados con estos clanes de Barrio España y Pajarillos», según añadieron las mismas fuentes. La banda desarticulada ayer lo que no solía hacer era guardar en sus pisos grandes alijos. Lo tenían en diversas viviendas con gente que, llegado el caso, se encargaba de transportar las dosis a los puntos de venta.
La red de distribución básica de la organización eran los bares y locales de ambiente latino. Uno de los detenidos fue, precisamente, el regente del Midas, Manuel Alberto E.C., conocido como ‘La Coneja’, al que se apresó en su piso de la calle Gerona y luego se llevó al bar.
Supuestamente, su función era solo la venta. Al frente del grupo y de las tareas de coordinación en la compraventa de droga, se cree que estaría Boris Alberto P.G., el joven que fue arrestado en el número 21 de General Shelly donde, además, se ‘cocinaría’ el speed, aunque es un extremo que todavía no está confirmado. El otro hombre fuerte de eta organización sería Emilio Enrique S.P., alias ‘Gordo’, que fue detenido en la calle Cistérniga.