Alfonso González Mozo

PLAZA MAYOR

Alfonso González Mozo

Periodista


Los tontos de Twitter

06/05/2023

Los tontos de Twitter no están solo en Twitter. Alguno habita en Facebook y muy pocos, en Instagram, donde la vida es maravillosa. En Twitter hay más barro y ahí se mueven a la perfección esos personajes que no son capaces ni de mostrar su identidad real, pero se creen en posesión de la verdad absoluta y juegan a ser jueces desde un anonimato que evidencia su cobardía.
No todos estos tontos son tan miedosos, también los hay que dan la cara, que ponen su foto, nombre y apellidos cuando se lanzan a criticar empapados en bilis. Es lo mínimo exigible si van a insultar a un profesional que trabaja en un medio de comunicación, que vive de ello y que firma esa noticia sobre la que estos tontos van a vomitar sin el más mínimo de los respetos.
En los últimos días hemos visto cómo una periodista tenía que denunciar a una buena tanda de estos tontos que fueron a muerte a por ella por el mero hecho de haber hecho una pregunta incómoda al entrenador del Real Madrid. Ella pensó que sería interesante saber qué respondía Ancelotti sobre la hipotética conveniencia de que Vinicius viera una roja por sus reiteradas protestas y desplantes, el italiano contestó con elegancia, pero Twitter lanzó su vomitona y hubo hasta quien deseó a esta periodista una violación. Repugnante.
En el ámbito político, lo último ha sido lo de Óscar Puente y su accidente durante una visita a unas obras. El vídeo de sus gritos de dolor ha provocado bromas relativamente aceptables y algunos comentarios vejatorios inasumibles en cualquier otro ámbito. 
Pero los tontos de Twitter están en todas partes, no solo en las trincheras del fútbol o la política. El otro día, una noticia de El Día de Valladolid en la que se daba cuenta del sobreseimiento de la investigación judicial por el triple crimen de La Rondilla, contando todos los detalles de las pesquisas policiales del caso, también era digna de la crítica por unos cuantos tuiteros a los que les parecía que se hacía broma del asunto, que el redactor era poco profesional por elegir ese titular o que se banalizaba la violencia de género. Mentes obtusas incapaces de leer todo el texto antes de atacar y faltar al respeto a un profesional que publica una información (en exclusiva, dicho sea de paso), que se la presenta a los lectores del modo más atractivo y riguroso posible y... que se topa con los tontos de Twitter.