Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Ceniza

02/05/2023

Apenas ha comenzado mayo y los secanos de esta tierra muestran un color ceniza desgarrador. Para ellos, ya no hay vuelta atrás. Cosecha perdida con todo lo que significa: inversiones que no se recuperarán, beneficios que no llegarán y la estremecedora sensación de que, aun en estas terribles circunstancias, nadie (o muy pocos) les hacen caso. ¿Recuerdan aquellos días de Semana Santa, hace solo un mes, cuando el personal rezaba para que no apareciera una nube en los cielos?, ¿recuerdan las exclamaciones de alegría y alborozo porque "el buen tiempo" permitía el desarrollo de las procesiones y los llenazos en bares, restaurantes, casas rurales y demás? Todo el mundo estaba exultante. Los agricultores y ganaderos, algo menos, si bien confiaban en que abril se portase como corresponde a un mes con fama de lluvioso ("Son de abril/ las aguas mil/sopla el viento achubascado/ y entre nublado y nublado/ hay trozos de cielo añil", que escribió Antonio Machado). Pero abril ha sido cruel, muy cruel; apenas unas gotitas que no han servido para nada. Y por si fuera poco, mayo ha empezado igual: sin lluvia y sin síntomas de que aparezca. Y ha comenzado con un puente de esos largos (en Madrid un día más) que lleva a millones de beneficiarios a seguir rogando por el "buen tiempo" para que la lluvia no les estropee las mini vacaciones, los paseos por el campo y las meriendas al aire libre. Dudo mucho que algunos de ellos estén pensando, aunque solo sea un poquito, en la cosecha desastrosa y en lo que puede influir en la subida de los precios y en la carestía de la cesta de la compra. Eso sí que es grave. Lo otro, acordarse del sector agrario, apoyarlo, no está entre sus prioridades. Mucho no pueden hacer, pero, al menos, mostrar su solidaridad, entender sus reivindicaciones y entender, también, que por este camino no vamos a ninguna parte. Y si a alguien le suena exagerado lo que digo que se dé una vuelta por cualquier secano de esta tierra. El trigo raquítico y mortecino, la cebada agónica, el color ceniza dominando lo que tenía que estar verde… Descubrirán muchas cosas.