Es difícil determinar cuál fue la incidencia de la acusación de 'pucherazo' realizada por Isabel Díaz Ayuso y secundada por otros líderes del PP en la derrota del PSOE o en la victoria del PP el 28-M y como puedo influir en el ánimo de los votantes el cuestionamiento del proceso electoral relacionado con el voto por correo. Los problemas de compra de votos en Melilla pusieron el foco en este asunto y luego surgió el caso de Mojácar en el que la compra de votos la realizaron tanto presuntos delincuentes electorales del PSOE como del PP. Pero este último aspecto se conoció después del recuento de los votos del 28-M. 

Pese a que el sistema electoral español es de los más seguros y garantistas, además de rápido y eficaz, la Junta Electoral Central (JEC) acaba de adoptar dos decisiones de sentido común que servirán para alejar cualquier sombra de duda sobre el proceso de voto por correo, un procedimiento que por la fecha elegida para la celebración de las elecciones generales experimentará un crecimiento exponencial con respecto a otros procesos electorales en los que este modo de participación en las elecciones se sitúa habitualmente por debajo del cuatro por ciento. Vacaciones estivales, puente de Santiago en cuatro comunidades autónomas y el calor propio de la época son motivos que alientan al voto por correo.

La primera decisión es que será preciso identificarse mediante el DNI u otro documento válido a la hora de entregar el voto en una oficina de Correos o delegarlo mediante autorización y fotocopia acreditativa. De esta forma se pone coto al procedimiento fraudulento de la compra de votos que eran entregados en bloque. El votante por correo tendrá que hacer un doble esfuerzo, solicitar y entregar personalmente el voto, pero esta cautela garantiza la limpieza del proceso y evita las insinuaciones 'trumpistas' sobre las garantías del voto por correo, cuando se intentó elevar a categoría unos problemas muy localizados. 

La Junta Electoral Central también ha sido sensible al introducir como eximente para formar parte de una mesa electoral tener contratado un viaje antes de la convocatoria electoral realizada precipitadamente tras la debacle socialista. Los ciudadanos previsores que habían preparado sus vacaciones con antelación podían verse perjudicados por este motivo y se trata de evitarlo, y al acotar las fechas se evita que haya una avalancha de renuncias para cumplir con un deber ciudadano que se establece por sorteo.

La JEC, con buen criterio ha decidido dar mayor seguridad jurídica al proceso de voto por correo al realizar una interpretación amplia de la ley electoral, sin nuevos procedimientos que implicaran una mayor responsabilidad de los carteros, lo que volvería a provocar nuevos problemas. Lo que hace falta es que Correos arbitre las medidas necesarias, con las contrataciones que sean precisas, para que no se disuada para votar por correo y que los ciudadanos que quieran participar de esta manera en las elecciones lo hagan con la mayor de las facilidades.