Ignacio Fernández

Ignacio Fernández

Periodista


Elecciones

11/05/2023

De las tres elecciones que pagaremos los españoles de aquí a mayo del año que viene (municipales, nacionales y europeas), éstas primeras son las que nos van a dejar un panorama más diverso. Comienzan empatadas, como los partidos de fútbol, y terminarán en los penaltis, tal es la igualdad con la que parece que van a desarrollarse.
Básicamente se la juega Pedro Sánchez. Se nota en la intensidad con la que está empleando el Consejo de Ministros y el dinero público para construir un relato según el cual un sólo hombre, dadivoso, es capaz de mejorar la vida de la gente estilo Robin Hood. Feijoo acomete su primer compromiso en la Champions con incertidumbre pero siempre podrá defender el resultado diciendo que es su equipo pero no su competición. El PP podrá extraer lecturas de cara a la gran cita de las generales y si le va bien dirá que la «nave va» pero si sufre un trompazo podrá alegar que en municipales se vota más a las personas que a los elencos.
En fin, que en esto de las elecciones nos pasa como con las películas del Oeste, que siempre tratan de lo mismo aunque el guión y los personajes sean diferentes. Acaba definiendo nuestra ley electoral, haciendo posible que ganen los que pierden y gobiernen sumando los que se restan entre sí.
En el comienzo de la campaña, sólo un deseo: que tanto los ayuntamientos como las diputaciones no sean empleados como un ariete, como un pretexto, para el relato de la política nacional, antes al contrario, que el interés ciudadano prevalezca sobre el de los partidos que, frente a los nombres prevalentes de los candidatos a las instituciones locales, harán uso de su fortaleza en la gran cita de las generales. Todo ello en un país más acostumbrado a encontrar el fallo que la solución e invertir más tiempo en hablar de los problemas que en resolverlos.