La Constitución Española establece en su artículo 62, "lo que corresponde al Rey", y en su apartado h se encuentra "El mando supremo de las Fuerzas Armadas". Como la Constitución parece estar escrita en piedra y resulta imposible el acuerdo para su modificación, incluso en los casos de sentido común, uno de los cuales afecta a la posición de la mujer en la sucesión de la Corona- que la futura Reina de España acceda a la formación militar es una buena decisión familiar e institucional en orden a su futuro desempeño en la más alta magistratura del Estado.
La Princesa Leonor comienza una nueva etapa formativa en la Academia General del Ejército de Zaragoza que continuará en la Escuela Naval de Marina y en la del Ejército del Aire en San Javier, con la que terminará su formación universitaria reglada que luego continuará con otros estudios, siguiendo, por tanto, la senda que se trazó para su padre. Aunque la formación militar de la Princesa a no sería necesaria, por cuanto todas las decisiones del Rey, como corresponde en una monarquía parlamentaria tienen carácter simbólico y están refrendadas por el Gobierno, parece de obligado cumplimiento que si Leonor está llamada a ejercer la jefatura de los Ejércitos, su formación incluya este aspecto, propio de una etapa superada que se introdujo en la Constitución de 1978, con la dictadura en proceso de desmantelamiento y con un Ejército con tics franquistas que llevó a algunos de sus integrantes a dar un golpe de Estado en 1981 y a otros a dudar de que lado se situaban hasta que se produjo la intervención de Juan Carlos I. vestido de capitán general, ordenando la vuelta de los sublevados a sus cuarteles.
Sobre el cumplimiento de sus misiones constitucionales por las Fuerzas Armadas -de la salvaguarda del ordenamiento constitucional a la preservación de la unidad de la patria- no hay ninguna duda, pero no está de más que los militares mantengan una relación directa con quien será su capitana general, y ella conozca los entresijos de los cuartos de banderas y cuál es el sentimiento de sus compañeros de filas, que a veces sorprenden con manifestaciones y manifiestos inconstitucionales, o cuando jefes que han ejercido cargos en el Estado Mayor fichan por partidos radicales -a derecha e izquierda- una vez que han pasado a la reserva y están fuera de la disciplina militar, que solo toman en consideración aquellas partes de la Carta Magna que convienen a sus intereses y cuestionan todas las demás. máxime en una situación en la que los partidarios de la secesión de partes de España tienen capacidad para condicionar al gobierno de la nación, y que se olvidan de las palabras de Felipe VI en su proclamación cuando afirmó que en España "cabemos todos".
La Princesa Leonor comienza hoy una nueva etapa de su vida personal y política que el próximo día 31 de octubre, al alcanzar la mayoría de edad, tendrá otro hito fundamental cuando acate la Constitución ante las Cortes, si la situación política surgida de las urnas el 23-J está normalizada, todo en la línea de mantener la normalidad institucional. La dama cadete, guardiamarina y alférez participará de los valores que comporta la milicia -en otras actividades profesionales también se pueden encontrar- que han de servirle para afrontar su futuro destino.