Con el verano a la vuelta de la esquina, muchos de nosotros, inmersos en la "operación bikini", intentamos cuidarnos reduciendo la ingesta de grasas, dulces o hidratos y apostando por alimentos saludables y bajos en calorias. Sin embargo, muchas veces cometemos el error de pensar que ciertos productos son más lights y recomendables para llevar una dieta sana y, como nos descubre Satislent, no es así. Alimentos 'trampa' con los que ni bajamos de peso ni nos cuidamos más que con otros similares, y que ahora os descubrimos.
Leche desnatada. Uno de los alimentos que siempre ha estado asociado a la pérdida de peso y, por tanto, a las dietas de adelgazamiento es la leche desnatada. Sin embargo, en el proceso para liberarla de la grasa naturalmente presente en la leche se incorporan otros productos, como espesantes que dan cuerpo a la leche para evitar que dé la sensación de estar bebiendo agua. Además, hay que tener en cuenta que la leche sin grasa contiene una mayor proporción de azúcar. Aunque más calórica, la leche entera sacia más que la desnatada por lo que retrasa la necesidad de comer.
Sirope de agave. El dulce es uno de los grandes obstáculos de las dietas. En cuanto una persona comienza a hacer dieta, lo primero que se le suele prohibir es todo tipo de alimentos dulces. Y, sin embargo, existe una fuerte atracción hacia este sabor. Con el fin de ofrecer una alternativa, se han puesto de moda en el mercado una serie de sustitutivos que "prometen" endulzar los platos pero sin causar un perjuicio a la salud y a la dieta, como el sirope de agave. Ha alcanzado fama debido a su origen natural y vegano. Sin embargo, hay que fijarse bien en la calidad del sirope y cómo ha sido su proceso de elaboración porque eso va a determinar su composición final. Su proceso de obtención puede convertirlo en un producto altamente refinado, desprovisto prácticamente de todos los nutrientes que encontramos en la planta del agave. En ocasiones, el jarabe de agave se adultera con jarabe de maíz alto en fructosa. Además, el sirope de agave puede llegar a contener hasta un 90% de fructosa, más que casi cualquier otro endulzante, lo que no es nada adecuado para una dieta de adelgazamiento y alimentación saludable.
Aceite de coco. Siempre se ha presentado como una alternativa más baja en calorías que el aceite de oliva virgen extra. Sin embargo, según se ha publicado el consumo de aceite de oliva sería más cardiosaludable que el de coco. De un estudio realizadopor Karin Michels, profesora de la Harvard TH Chan School of Public Health y directora del Instituto para la Prevención y Epidemiología de Tumores de la Universidad de Friburgo, el aceite de coco contiene más de un 90% de grasas saturadas.
Proteína de soja. Siempre ha tenido un destacado papel en aquellos que quieran cuidar su alimentación y evitar otro tipo de proteínas. Sin embargo, es mejor consumirla al natural. Hay que tener especial cuidado con los alimentos elaborados a partir de ella, como barritas, polvos de proteínas o yogures ya que sólo contienen proteínas aisladas de soja y no nutrientes del haba de la soja entera. Como ocurre con otros alimentos procesados tienen poca densidad nutricional. Además, algunos alimentos de este tipo que contienen proteína de soja aislada están procesados con hexano, lo que no es recomendable para la salud.