an sólo cuatro meses después de haber superado una amenaza de cierre, los trabajadores de la planta de Panrico en San Cristóbal deben afrontar ahora la suspensión temporal del pago de sus nóminas. Una medida que ha pillado totalmente por sorpresa a los 210 empleados de Valladolid, que la conocieron este martes a través de un comunicado interno. Aunque no son los únicos afectados, ya que la medida extraordinaria se extiende a los 4.000 integrantes de la plantilla en España.
Según los sindicatos, desde la Dirección de Panrico se han esgrimido problemas de tesorería para llevar a cabo esta medida. La compañía pretende así poder dar respuesta a sus «compromisos con los proveedores» y mientras prepara un nuevo plan industrial con los ajustes necesarios, informa Europa Press.
En Valladolid, la noticia además de sorpresa ha provocado mucha «indignación» entre los trabajadores de la planta porque «hace muy pocos meses que aceptamos una rebaja salarial y un aumento de la jornada laboral con el fin de que la fábrica mantuviese su actividad cuatro años más en la capital vallisoletana», matiza Fernando Pérez, presidente del comité de empresa.
Los representantes del comité se reunirán hoy, a primera hora de la mañana, para decidir qué acciones tomarán. «Todavía no hemos tenido tiempo de reaccionar. Pero está claro que queremos reunirnos con la Dirección y con la Junta de Castilla y León, que apoyó económicamente la viabilidad de este proyecto», reitera Pérez.
Precisamente desde la Consejería de Agricultura se advertia ayer que todavía no se ha «ingresado» la ayuda comprometida a Panrico y que sino se cumple «lo pactado no cobrarán nada».
Acuerdo. El acuerdo, firmado en noviembre de 2012, entre la administración regional y Panrico supuso la puesta en marcha de una ampliación de la fábrica vallisoletana, que garantizó el lanzamiento el pasado més de mayo de un nuevo producto.
Esta ampliación se realizó gracias una inversión global de 2,6 millones de euros, de los que la Junta de Castilla y León, debía aportar 700.000 euros, y la creación de 60 nuevos empleos.
Aunque Juan Casaponsa, anterior consejero delegado de la firma, ya advirtió durante su visita a la planta de Valladolid que la factoría de San Cristóbal necesitaba todavía «unos pequeños ajustes para su viabilidad». También admitió que el incremento de plantilla estaría sujeta a un «cierta eventualidad».
En conjunto, gracias al acuerdo entre la compañía y la Junta se elaboró un plan de viabilidad con el apoyo de los trabajadores y se puso en marcha una nueva línea de producción, uno de los compromisos que Panrico adquirió con la Consejería de Agricultura para obtener recursos públicos.
Además, se incrementó la actividad de la fábrica con una nueva producción de la gama Donuts, concretamente los mix (rellenos), que garantizaba el mantenimiento de los empleos y un incremento de trabajo.
Historia. Panrico se instaló en Valladolid en el año 1974, en Cigales, para fabricar Donuts, Bollycaos y otros productos de bollería. La fábrica actual se puso en marcha en febrero de 1991 y pronto amplió con nuevas líneas de producción.
Actualmente, la planta cuenta con seis líneas de producción que fabrican en exclusiva para todo el territorio nacional ‘pastelitos’ de bizcocho (Tronkito), Minibollycao, Panrico Burguers y Hot Dogs, Donuts Mix, y ‘Qé! Crack’. Además, también elabora Donuts y otros productos de bollería que se distribuyen en la zona norte: Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y Castilla León.
Panrico es un grupo de alimentación especializado en productos de bollería y pan de molde con más de 50 años de tradición y experiencia. La compañía cuenta entre sus productos con marcas líderes como Donuts, Bollycao, Donettes, Eidetesa, Horno de Oro, La Bella Easo, Weikis, Mañanitos, o Qé!, en bollería; y la gama Pan Panrico en panadería.