Cambios en la estructura del Arzobispado en Valladolid. En estos primeros días de septiembre se están sucediendo las tomas de posesión o la recepción formal de los cargos de los distintos nombramientos pastorales decretados por el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, de cara al nuevo curso.

El vicario general de la Archidiócesis, Jesús Fernández Lubiano, tomó posesión el día 1 de septiembre, como rector de la Basílica-Santuario Nacional de la Gran Promesa. La toma de posesión del que también es ya director del Centro Diocesano de Espiritualidad, tuvo lugar en el transcurso de una ceremonia presidida por el arzobispo, en la que se despidió asimismo al hasta ahora rector, Julio Alberto de Pablos, nombrado por nuestro prelado capellán de las MM Salesas (Monasterio de los Sagrados Corazones de Jesús y María).

El sacerdote Carlos Miguel García Nieto, nacido en Cuéllar, aunque desde 1993 es sacerdote diocesano de Toledo -los últimos ha sido fue rector del Santuario del Henar, en Cuéllar, Segovia- respaldará en sus responsabilidades a Fernández Lubiano como vicerrector del templo jubilar.

Al día siguiente, el sacerdote Alberto Rodríguez Cillero, tomó posesión como párroco de Medina de Rioseco, Berrueces, Gatón, Moral, Tamariz, Villabaruz y Villanueva de San Mancio y, desde entonces es ya también vicario parroquial de Castromonte, Pozuelo, la Santa Espina, Valverde y Villabrágima. La ceremonia, presidida por nuestro prelado, tuvo lugar en la parroquia riosecana de Santa María y Santiago.

El hasta ahora párroco de Medina de Rioseco, Juan Carlos Fraile, también tomó posesión, el domingo 3, ante don Luis Argüello y varios compañeros del presbiterio, como párroco de San Juan ante Portam latinam- Nuestra Señora de La Vega, en Arroyo de la Encomienda. 

Por otro lado, este próximo domingo, 10 de septiembre, a las 11:00 horas, el hasta ahora párroco de La Vega, Alfonso Mieres, asumirá su labor como párroco de la unidad parroquial de la Sagrada Familia y San Ildefonso de la capital, un destino pastoral que hasta la fecha desempeñaba Jesús Fernández Lubiano. La ceremonia de toma de posesión de párroco tiene un ritual específico, por el que el prelado le hace entrega del Evangelio, la sede penitencial, la llave del sagrario y la pila bautismal del templo parroquial.

Además de estos nombramientos, el actual párroco de Villabrágima, Francisco Casas, lo será también de Castromonte y sumará a sus encomiendas, la de vicario parroquial de Berrueces, Gatón, Medina de Rioseco, Moral, Tamariz, Villabaruz y Villanueva de San Mancio.

Por otro lado, el recién ordenado Jorge Polo asume la capellanía del Hospital Clínico y la vicaría parroquial de los municipios de Berrueces, Castromonte, Gatón, Medina de Rioseco, Moral, Pozuelo, la Santa Espina, Tamariz, Villabaruz, Villabrágima y Villanueva.

Alonso Morata Moya, de la Hermandad de los Sacerdotes Operarios, vuelve a Valladolid para hacerse cargo de la parroquia de Santa Teresa de Jesús, en la capital, y el padre carmelita Antonio Ruiz Pérez asume la parroquia de Nuestra Señora del Henar, en el vallisoletano barrio de Huerta de Rey.

Más cambios

También en el curso que ahora comienza habrá importantes cambios en las delegaciones episcopales del Arzobispado de Valladolid. Los cuatro nuevos delegados nombrados por el arzobispo de Valladolid son: Carolina Pascual, miembro del Consejo de Gobierno de la Diócesis, que se hace cargo de la de Apostolado Seglar en sustitución de Soledad Losada. El formador del Seminario Menor, Juan Argüello, asume la delegación de Juventud, en sustitución del párroco de Nuestra Señora de Prado y arcipreste, Jorge Fernández Bastardo, y Roberto Tabarés sustituirá a partir del lunes, 11 de septiembre, a Julia Gutiérrez Lerones al frente de la delegación de Enseñanza. Juan Molina, por su parte, se responsabilizará de la delegación de Catequesis, un cargo que hasta ahora desempeñaba el párroco de Íscar, Juan Carlos Plaza.

Como una de las principales novedades de este curso, don Luis Argüello ha iniciado la constitución de equipos asesores que orienten, ayuden y trabajen codo con codo con los delegados diocesanos. Su finalidad será "contribuir a renovar, animar y coordinar la pastoral diocesana en el ámbito propio de cada delegación, sirviendo a la comunión y favoreciendo la misión evangelizadora de la Iglesia de Valladolid".

El Palacio Arzobispal fue escenario, ayer tarde, de la constitución de los primeros de estos equipos, a los que en las próximas semanas se sumarán otros, cuyos integrantes recibieron esta encomienda canónica de manos del propio arzobispo, quien apeló a que "todos contribuyamos a que surjan discípulos misioneros que deseen vivir la vida como vocación".

-Miembros del equipo de la Delegación de Enseñanza: Roberto Tabarés (delegado diocesano), Aránzazu Vilor, José Manuel de la Fuente (presbítero) y María Luisa Palencia.

-Delegación de Juventud: Juan Argüello (delegado diocesano), Blanca de las Peñas, Jesús Dueñas, Marcos Rebollo (presbítero) y María Freire.

-Delegación de Pastoral Universitaria: Soledad Losada (delegada diocesana), Luis Rodrigo Alonso, Fernando Bogónez (presbítero), Mercedes Pérez y Natalia Montero.

-Delegación de Apostolado Seglar: Carolina Pascual (delegada diocesana), Miguel Argüello y Susana Pérez Baraja.

-Delegación de Catequesis: Juan Molina (delegado diocesano, presbítero), Belén García Sastre, Guillermo Camino (presbítero) P. Javier Montero (presbítero OMI) y Jorge Fernández Bastardo (presbítero).

-Delegación de Clero:  Alfredo Velasco (delegado diocesano), José Colinas, José Ramón Peláez, Julio Brezmes y Sebastián Aldavero.

-Delegación de Familia y Vida: Elena Gordo y Ricardo Pindado (delegados diocesanos), Carlos Rodríguez y Mª Ángeles Miguélez, Fernando Miranda y Mónica Campos, Nazaret Larrán y Pedro Pablo Sueiras, Heliodoro Ruiz (presbítero).

-Delegación de Medios de Comunicación Social: Teresa de Lapuerta (delegada diocesana), Javier Burrieza, Jesús García Gañán (presbítero) y Luis Jaramillo.