Un año y medio de investigación de los agentes del Grupo de Homicidios y Atracos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Valladolid ha dado como resultado la desarticulación de una banda itinerante de ladrones de viviendas, especializada en asaltos violentos, que eran ejecutados "con gran rapidez y precisión, dejando apenas rastros e indicios de su acciones, como ocurrió en este chalet de Valladolid", según detallan fuentes policiales a este periódico. Hay cinco personas detenidas, todas ellas españolas y sin apenas antecedentes, que han quedado en libertad con cargos, acusados de un delito de robo con violencia y pertenencia a grupo organizado. Los arrestos, en el marco de la denominada Operación Tokio, se produjeron el pasado miércoles en Valladolid, Barakaldo y la propia capital vizcaína.

Los hechos ocurrieron el pasado 3 de febrero de 2017 en un chalé de la urbanización Santa Ana, en Valladolid capital. Una mujer se hizo pasar por empleada de una empresa de mensajería, llamó al chalé y mientras entretenía al morador de la vivienda, otros dos hombres consiguieron acceder al interior de la casa. Inmovilizaron con bridas durante más de una hora y le golpearon violentamente al empresario vallisoletano, y le amenazaron con seccionarle los dedos de la mano con un cúter, para que les diera los objetos de valor de la vivienda; finalmente, según pudo confirmar El Día de Valladolid en fuentes policiales, se apoderaron de 3.000 euros, aparatos electrónicos y telefonía de alta gama.