El Fundación Aliados cayó ante UCAM Murcia por su falta de acierto de cara al aro, ya que su escasa efectividad en los lanzamientos lastró cualquier opción para competir hasta el final en busca de la victoria, ante un UCAM Murcia que se mostró más seguro en esa faceta, y que supo aprovechar la calidad de jugadores como Fryer y Cusack para amarrar los puntos.

Aunque los vallisoletanos contaron con una mayor adaptación de Matías Méndez al equipo, se siguió notando la ausencia de jugadores para poder llevar a cabo más rotaciones, y más variantes, tanto en defensa, como en ataque, pero esto no es excusa para cometer tantos fallos en los tiros a canasta, incluso, debajo de la misma. Algo que pudo verse ya en el primer cuarto, que finalizó con un 10-16.

Cierto es que la defensa morada dio un paso adelante respecto al anterior encuentro ante Málaga, porque es un buen dato dejar al rival en 57 puntos, gracias a una mayor coordinación, agresividad e intensidad en su zona. Gracias a ello, se pudo llegar al descanso con solo seis puntos de desventaja respecto a un UCAM que también sabía defender (24-30).

Los de José Antonio de Castro lo intentaban, pero la impotencia se iba acumulando, a medida que se añadían errores, los cuales fueron bien aprovechados por el rival, que supo actuar como bloque en el plano ofensivo, sumando puntos con sus acciones, sobre todo, en los momentos más decisivos del choque, entrando en la ronda de anotadores Joaquín Robles, Lalo Prieto, o Pablo Zarzuela.

Por el contrario, el Fundación Aliados se estrellaba una y otra vez contra sí mismo y, finalmente, esa ineficacia en los lanzamientos impidió que pudieran recortar diferencias, con lo que el marcador terminó en el definitivo 47-57.