Música e interpretación para calentar los corazones es la apuesta de 'La Estufa', un festival que cumple 25 años y cuya última edición arranca este viernes con una pequeña fiesta y una 'jam session' en Arrabal de Portillo, a una veintena de kilómetros de la capital.
Serán diez conciertos distribuidos en diez sábados entre el 13 de enero con la actuación de Fetén Fetén, y que se prolongarán hasta el 22 de marzo, en los que cabe el jazz, el folk, la música tradicional y el flamenco, un certamen por el que han pasado artistas locales y nacionales como Rozalén, el Kanka y Celtas Cortos.
"La estufa no ha cambiado, es la misma, pero la encendemos testimonialmente porque ahora tenemos calefacción", ha explicado a EFE Óscar Velasco, uno de los siete amigos e impulsores del festival que se reunieron hace un cuarto de siglo para reinvertir el dinero que sacaban de tocar la dulzaina y animar los viernes de los primeros meses del año.
Música e interpretación para calentar los corazones es la apuesta de 'La Estufa'. - Foto: EFE/La Estufa/Emiliano Muñoz"Eran unas fechas difíciles del pueblo porque en invierno no había nada que hacer", ha recordado Velasco, quien decidió aprovechar las antiguas escuelas de Arrabal de Portillo para llevar a cabo actuaciones con un estufa como principal fuente de calor.
Desde entonces, los voluntarios se han duplicado y el aforo ha alcanzado las 190 personas para ofrecer una gran variedad de estilos musicales, aunque Velasco reconoce que no entran mucho en el circuito del pop o del rock, con la calidad como "única premisa".
Es un festival con ritos propios, como el de tomar un vaso de vino y pastas típicas de Portillo en los descansos, cedidas desde su primera edición por los negocios locales, en el que el público escucha con respeto casi reverencial y que, con la excepción del año 2021 por las limitaciones de la pandemia, se ha celebrado de forma ininterrumpida.
El salto
Velasco tiene claro cuándo el festival estaba "entrando en otro punto". Fue a principios de los años 2000 cuando recibió la llamada del cantautor Alberto Pérez, que junto a Joaquín Sabina y Javier Krahe firmaron el disco 'La Mandrágora' en 1981, quien le preguntó qué podía hacer "para entrar" en el festival, en el que actuó tres veces (2004, 2005 y 2008).
Le siguieron otros artistas, como Eliseo Parra, Jorge Pardo, Germán Díaz, El Naán, Kepa Junquera o Carmen París en una lista que roza los 250 intérpretes, la mayoría de ellos músicos, pero también humoristas como Leo Harlem o el mago Gonzalo, que inauguró este certamen en 1999 ante 44 personas y la sempiterna estufa.
Para Velasco, la clave es "el boca a boca" entre los músicos, que comentan el proyecto y el "respeto con el que la gente escucha la música en directo", lo que se suma a que en los meses de invierno los artistas tienen "la agenda más vacía" por lo que resulta más fácil programar actuaciones cada sábado, con la excepción del de Carnaval, hasta el inicio de la Semana Santa.
Recopilatorio
Además del concierto de Fetén Fetén (13 de enero), en esta edición también actuarán el clarinetista Andreas Prittwitz, con su "Concierto 'impuesto' a Javier Krahe", con el que tocó durante años (3 de febrero); el canario Germán López (24 de febrero) y la violinista de jazz estadounidense Maureen Choi (22 de marzo), entre otros.
"Es una especie de recopilatorio de estos 25 años con artistas o grupos con los que hemos establecido una cierta conexión", asegura Velasco, que agradece la implicación de todo el municipio y del público, del que la mitad son vecinos del municipio, sobre todo los abonados, pero que también atrae a personas de toda la comarca.
Es una idea que corrobora el alcalde de Portillo, Juan Antonio Esteban, que explica a EFE que este festival ayuda a "poner en escena el municipio" pues el público lo conforman personas de los pueblos de alrededor, pero también de la capital vallisoletana, Segovia o Madrid.