El escritor cubano Leonardo Padura, padre literario del detective Mario Conde y Premio Princesa de Asturias de las Letras en 2021, asegura en una entrevista que a lo largo de su trayectoria nunca ha tenido la sensación de escapar de la censura, sino más bien de buscarla.

«No escapo de la censura, sino que la busco», asevera el literato, que dentro de unos días publicará Gentes decentes, en la que recupera al famoso investigador.

Para Padura, la situación de Cuba es «económicamente muy tensa y socialmente muy complicada», porque a los efectos que la pandemia ha producido en sus principales activos económicos, como el turismo, se suma una serie de deficiencias económicas «arrastradas durante mucho tiempo».

«Son muchos años viviendo en un periodo largo de crisis. Ha habido momentos en los que parece que vamos a salir a la superficie y después volvemos a tocar fondo», lamenta el escritor, que se ha mostrado crítico con los «juicios severos» a las personas que se manifestaron para protestar contra el Gobierno cubano hace justo un año en La Habana.

En su opinión, existe la voluntad por parte del Ejecutivo liderado por Miguel Díaz-Canel de «hacer juicios muy severos» y buscar «dar un escarmiento» a los detenidos en aquellas protestas, lo que desde luego no va a frenar de ninguna manera las ansias de libertad de muchos y la preocupación de Occidente y más de EEUU. 

«Creo que no se debería haber llegado al extremo judicial de condenas tan altas para muchas de estas personas. El Gobierno tuvo la posibilidad de tener un gesto mucho más humanitario», señala Padura, que insiste en la «lucha por la supervivencia» que viven la mayoría de las personas que viven en la isla caribeña.

Entonces, ¿por qué seguir ahí?, ¿por qué no exiliarse?«Lo necesito para poder escribir». «Tengo la intención de que los temas y las maneras de la sociedad cubana tengan proyección internacional, pero siempre partiendo de Cuba y regresando a Cuba. Necesito oír hablar a la gente en Cuba, poder saber sus esperanzas y frustraciones y eso es un proceso que está siempre en marcha», reflexiona el Premio Princesa de Asturias de las Letras.

Para Padura, el mejor sitio para seguir esos procesos de transformación de la sociedad y asimilar los cambios sociales es su barrio de La Habana, donde vive desde que nació rodeado de gente «a la que ni siquiera le interesa ni le importa que sea escritor».

Género generoso

Sobre por qué eligió la novela negra como modo de expresión, sostiene que le parece un «género generoso» que permite mucha libertad, desde una novela «al estilo Agatha Christie, bien armadita», o bien un experimento del lenguaje con mirada social interrogadora.

«Creo que los documentos políticos más radicales que han circulado en Cuba probablemente sean mis novelas. Siempre ha habido una mirada crítica y he tocado temas muy profundos, muy complicados. Me interesa todo lo relacionado con la búsqueda de la utopía», expresado el escritor, que lamenta los «problemas materiales para que circulen sus libros».

Resulta difícil encontrar sus novelas en Cuba. Él no cree que esto se deba a la censura, con la situación económica, ya que, en general, los libros en su país «circulan poco y mal», la gente se entera de maneras alternativas y «hay una política de no promoción y de no visibilizacion de mi trabajo».

«Hubo un año que mi novela solo se publicó en braille», ironiza Padura, que pese a ello no se ha considerado nunca un perseguido político. Ylo dice con la mano en el corazón. 

Sobre su método de trabajo, indica el literato de 66 años que su «estrategia» es «trabajar todos los días». «No creo que sea el escritor de más talento de mi generación, pero estoy convencido de que soy el más trabajador. Es un oficio de artesanía en el que influye el ritmo, la cadencia, la intensidad, la elección de los adjetivos, que te puede salvar o matar un párrafo. Como único se puede hacer bien es trabajando, y la prisa y la literatura no tienen nada que ver», concluye el autor de La Habana, uno de los más prestigiosos internacionalmente.