Comercios y súper pierden unos 15 millones al año por hurtos

Óscar Fraile
-

El sector de la distribución reconoce que es un problema recurrente y difícil de resolver, y coincide con la Policía al señalar a grupos organizados con estrategias perfectamente definidas y conocimiento de la ley

Trabajadores del sector logístico en las calles de Valladolid. - Foto: J. Tajes

'Detenida por hurtar ropa por valor de 400 euros en un centro comercial de Valladolid'. 'Sorprenden a tres personas mientras escondían prendas supuestamente sustraídas en Río Shopping'. 'Desmantelada una banda criminal de Madrid que se desplazaba a centros comerciales de Valladolid para hurtar móviles'. Estos son solo tres ejemplos de las últimas semanas del goteo constante de informaciones por parte de la Policía de pequeños, o no tan pequeños, hurtos en empresas dedicadas a la distribución, ya sean tiendas de grandes complejos, comercio de proximidad o supermercados.

En los últimos años el volumen de pérdidas ha descendido, tal y como se desprende del informe que todos los años publica AECOC (la asociación nacional de fabricantes y distribuidores). En 2021, último disponible, la «pérdida desconocida» a nivel nacional ascendió a 1.515 millones, un 14% menos que en 2017. En ese periodo el porcentaje de pérdidas sobre la facturación total ha pasado del 0,81 al 0,75%. Los cálculos de miembros de este colectivo cifran en algo más de 75 millones las pérdidas en Castilla y León y en poco más de 15 las de Valladolid. Bien es cierto que dentro de ese concepto de «pérdida desconocida», el 69% corresponde a hurtos y el 31% restante a «pérdida desconocida administrativa», es decir, debida a fallos en procedimientos operacionales de la compañía.

Donde no hay muchos cambios es en la motivación de la mayor parte de estos hurtos: la reventa. Los objetos sustraídos no suelen ser de primera necesidad. Más del 70% de estos productos superan los 50 euros. Así, en alimentación el alcohol está entre lo más sustraído; en electrónica, los teléfonos móviles; y en textil y perfumería, primeras marcas. Además, se llevan a cabo, en gran medida, por bandas organizadas que saben muy bien cómo tienen que actuar y a qué se pueden exponer en función del valor de lo que hurten.

El comercio también reconoce su preocupación por un tema recurrente que no se acaba de solucionar. Valladolid no es una ciudad conflictiva, pero eso no evita que las tiendas sufran todas las semanas incidentes que hacen mella en su cuenta anual de resultados. Fuentes del sector aseguran que estos hurtos «no se producen por necesidad», como, en ocasiones, pueda suceder en un supermercado. Y los autores son, en la mayoría de los casos, «profesionales» que saben lo que tienen que hacer y que son conscientes de toda la legislación aplicable. «Suelen actuar en pareja, mientras uno habla con la dependienta, el otro te la hace; o se intercambian las prendas entre ellos», señala un comerciante de la ciudad, que prefiere permanecer en el anonimato. También hay otras personas, según la experiencia de este empresario, que cometen estos hurtos por cleptomanía, no por necesidad. «Pillamos a una mujer que se llevaba unos 20 coleteros y, al sorprenderla, cerramos la puerta para que no se fuera, y al final nos quería denunciar por haberla secuestrado», señala este empresario, que reconoce que la multirreincidencia en los hurtos es algo habitual y que no siempre «compensa» denunciar, al menos a él, sobre todo si se trata de cantidades muy pequeñas. «Hay mucho hurto latente que no se denuncia», añade.

Supermercados

Por su parte, Isabel del Amo, gerente de la Asociación de Supermercados de Castilla y León, incide en que estas prácticas van en perjuicio de toda la población, por lo que suponen en gasto de seguridad pública y funcionamiento de la Justicia, aunque valora que en estos casos se puedan presentar las denuncias en el mismo lugar donde se produce el hurto y que estas se resuelvan con juicios rápidos. Además, destaca que, a pesar de que ese 0,75% de pérdidas sobre la facturación pueda parecer poco, «hay que tener en cuenta que el margen comercial de estas empresas es del 2%». Por otro lado, pese a las noticias del aumento de hurtos de productos cuyo precio se ha disparado, como el aceite de oliva, Del Amo asegura que no es algo que esté pasando en la Comunidad. Sí en otras zonas de España, como Cataluña, donde se han puesto alarmas en estas botellas, pero en Valladolid, según ella, por lo general, no se ha llegado a ese punto.

A mediados del año pasado entró en vigor una modificación del Código Penal para que los multirreincidentes en este tipo de delitos leves puedan entrar en prisión. Antes de agosto de 2022, estas conductas estaban castigadas con penas de multa, pero desde esa fecha, los que las cometan en un mínimo de tres ocasiones y cuyo valor de lo sustraído entre todas supere los 400 euros, podrán enfrentarse a penas de hasta 18 meses de cárcel. Una medida que va encaminada a mitigar la cantidad de personas que persistían en este tipo de prácticas, dado que el botín que conseguían compensaba las multas a las que se tenían que enfrentar.

Codo a codo con la Policía Nacional

Casi todos los años, antes de Navidad, Policía Nacional y comerciantes suelen presentar el plan de Comercio Seguro para incrementar la seguridad durante esas fechas, especialmente intensas para las compras. Pero lo cierto es que este plan está vigente durante todo el año, aunque se intensifique en determinadas fechas. Los comerciantes cuentan con la colaboración de los agentes siempre que lo requieran. Es decir, cuando sorprenden a alguien 'con las manos en la masa', pero también cuando sospechan de algún cliente, ya sea porque está haciendo movimientos extraños o porque ha dado problemas en otro momento. En cualquier caso, la Policía Nacional, que tiene un grupo dedicado a este tema, no solo interviene a demanda de los comerciantes. Agentes de paisano también suelen estar presentes en estas zonas y establecimientos, en horas de máxima afluencia, para vigilar los hurtos, y conocen bien el modus operandi de los ladrones.

En el caso de que la Policía sorprenda a alguien in fraganti, o sean los comerciantes los que lo hagan y llamen a los agentes, la Ley de Enjuiciamiento Criminal permite poner en marcha un juicio rápido, en determinadas circunstancias, que agiliza todos los trámites y evita la saturación del sistema judicial.

La Policía Nacional también hace una importante labor preventiva, con consejos de seguridad dirigidos a los comerciantes que están recopilados en una guía a su disposición.