La pasada noche del lunes se celebró un homenaje muy especial a Kobe Bryant y su hija Gianna, quienes perdieron la vida un mes atrás en un terrible accidente de helicóptero, que se cobró la vida de siete personas más. Una celebración por la vida de Kobe y Gianna que ha reunido a los grandes personajes del baloncesto a nivel mundial, además de muchos amigos, familiares y fans del jugador y su hija.
Como se anunció previamente, los ingresos de la venta de entradas serán destinados a la Fundación Mamba and Mambacita Sports, la organización benéfica que Bryant creó con la finalidad de brindar oportunidades a los jóvenes a través del deporte. Grandes cantantes como Beyoncé, Christina Aguilera y Alicia Keys honraron a padre e hija con canciones como Halo, Ave María o la Sonata Moonlight, mientras que Michael Jordan y Vanessa Bryant dieron los dos discursos más poderosos de la noche.
Y es el discurso de Vanessa el que queremos resaltar. Una preciosa carta de despedida a su hija y su marido que tocó la fibra sensible de todos los asistentes. Demostrando una gran fortaleza, Vanessa comenzó hablando de su pequeña Gianna, su rayo de sol y el dolor más grande de su corazón. Y después le dedicó una última declaración de amor a su marido, el amor de su vida y su compañero de batallas.
"Era mío. Era mi todo. Kobe y yo estuvimos juntos durante 16 años y medio. Fui su primera novia, su primer amor, su mujer, su mejor amiga, su confidente y su protectora. Fue el marido más increíble posible. Kobe me quería más de lo que jamás podría expresar o explicar con palabras. Él era el que se levantaba pronto por las mañanas y yo la que se acostaba tarde por las noches. Yo era el fuego y él, el hielo; y viceversa algunas veces. Nos equilibrábamos. Hacía cualquier cosa por mí. No tengo ni idea de cómo me merecía a un hombre que me quisiera más que Kobe. Era carismático, un caballero. Era cariñoso y romántico. Era verdaderamente el romántico en nuestra relación".
"Esperaba con ansias el Día de San Valentín y nuestros aniversarios todos los años. Él planeaba viajes de aniversario muy especiales y tradicionalmente tenía un regalo para mí en cada aniversario. Los regalos que guardo con más aprecio los hizo a mano. Simplemente innovaba en nuestra relación y era atento conmigo incluso cuando más duro trabajaba para ser el mejor atleta. Me regaló el cuaderno original de 'El diario de Noah' y el vestido azul que Rachel McAdams llevaba en la película. Cuando le pregunté por qué eligió el vestido dijo que se debía a la escena en que Ali regresa con Noah. Teníamos esperanzas de envejecer juntos, como en la película. Realmente tuvimos una increíble historia de amor. Nos amábamos con todo nuestro ser; dos personas perfectamente imperfectas que formaban una familia hermosa y criaban a sus dulces y maravillosas chicas".