Valladolid cuenta con 105 campos de hierba artificial

M.B.
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La Unión Europea prohíbe la instalación de terrenos de juego de esa superficie con relleno de caucho a partir de 2031, como la mayoría de los que hay en la provincia

Imagen de uno de los campos de fútbol de césped artificial en la capital. - Foto: Jonathan Tajes

Los Anexos al José Zorrilla cuentan con dos campos de hierba artificial donde entrenan y compiten todos los equipos de categorías inferiores, además del Real Valladolid Simancas y los equipos de la Escuela de Fútbol. La Fundación Municipal de Deportes tiene en la capital 17 campos de fútbol 11 y seis más de fútbol 7 de esa superficie. Todos con un relleno de caucho que esta última semana ha hecho saltar las alarmas de clubes e instituciones. Porque la Comisión Europea de la UE hizo pública una normativa para luchar contra la contaminación por microplásticos que llevó a la confusión a más de uno, hasta el punto de hacer entender que la hierba artificial tenía los días contados en los terrenos de juego.

Una hierba artificial que no solo se usa en las instalaciones antes citadas. Según los datos que maneja la Federación de Castilla y León de Fútbol (RFCyLF) en Valladolid hay 105 campos de esa superficie entre la capital y la provincia: «En la comunidad hablamos de más de 500 campos, no instalaciones, englobando los de fútbol 7 y fútbol 11».

«La realidad es que lo dice la norma es que a partir de 2031 no se podrán instalar campos de hierba artificial con caucho negro», deja claro Borja Lara, gerente de la Fundación Municipal de Deportes (FMD), alejando los fantasmas de esa desaparición, explicando que todos los campos municipales tienen ese relleno ahora mismo, «como ha hecho todo el mundo». También los tiene los dos del Real Valladolid, como la mayoría, por no decir todos, de la provincia.

El reglamento europeo no restringe la fabricación y venta de campos de césped artificial, sino del relleno granular de caucho para uso en superficies deportivas (de fútbol o rugby), una prohibición que entrará en vigor en ocho años, en octubre de 2031, y que no afecta a las instalaciones ya existentes, según se especifica en la norma: «El material de relleno granular utilizado en superficies deportivas artificiales –se trata de la mayor fuente de liberación de microplásticos añadidos intencionadamente en el medio ambiente–. La prohibición se aplicará tras un período de ocho años a fin de dar a los propietarios y gestores de terrenos de juego el tiempo necesario para cambiar a otras alternativas y permitir que la mayoría de los terrenos deportivos existentes lleguen al final de su vida útil».

Así que tanto el Real Valladolid como la FMD y el resto de clubes podrán seguir usando las superficies sin problemas hasta ese 2031 o incluso más allá, ya que la norma lo que prohibe es su instalación con caucho a partir de ese año, no su existencia o uso.  Por ello, la medida no implica «eliminar los campos deportivos» que existan con anterioridad a su entrada en vigor, «aunque contengan microplásticos», precisa a Efe la portavoz comunitaria para Mercado Interior e Industria, Johanna Bernsel.

Además, en muchos de estos casos, ya habrá pasado la vida útil de los campos, que va de los 8 a los 12 años. 

La normativa, en ningún caso, indica que esta restricción se debe aplicar a todas las pistas deportivas de césped artificial, sino a la fabricación del relleno de caucho y su uso en este tipo de instalaciones.

A partir de ese 2031, los nuevos campos de hierba artificial deberán llevar por ello un relleno de otros materiales, como el corcho, los huesos de aceituna e incluso la fibra del coco, que son algunos de los que ya se están probando.