Los 'popes' de la automoción nacional se dieron cita este jueves en Valladolid para diseñar la movilidad del futuro y fijar una estrategia común para reforzar la competitividad del sector con el foco en la adaptación, la resiliencia y la transición de este ecosistema productivo «en un momento crucial». Cuatrocientos expertos del sector, bajo el sello de la marca sectorial Polo de la Automoción, participaron en el primer congreso Future Mobility Challenges, en el que todos los intervinientes coincidieron en la necesidad de ejecutar la transición hacia una movilidad descabornizada de forma «ordenada y justa», y significaron que la normativa comunitaria Euro-7 supone un «riesgo real» para el empleo por los tiempos que marca.

El presidente del clúster del Facyl, Félix Cano, reivindicó en la inauguración del cónclave la importancia de la automoción para la economía española y reclamó a las autoridades que contemplen al «ecosistema de la automoción como una voz destacada en el ámbito de la movilidad sostenible e inteligente». «El vehículo del futuro ya se está diseñando y se está diseñando en Castilla y León». Una movilidad que afronta una transición que «tiene que ser ordenada y justa», según reclamó Cano, que exigió a las autoridades que «acompasen sonido y tiempo».

Demanda a la que más tarde se sumó el presidente de la Junta, AlfonsoFernández Mañueco, que pidió «inteligencia» y «negociación» para afrontar la transición por su impacto en el sector de la automoción. «Estamos a tiempo para enfocar mejor la transición», dijo con el fin de que se adapte «a la realidad empresarial y cotidiana de la gente». «Vivimos un momento clave en el mundo y Europa y España para el futuro de la automoción», destacó Fernández Mañueco ante la «plena transición» hacia una nueva movilidad. Por ello reclamó al Gobierno de España que lidere una transición que a su juicio tiene que ser «justa y ordenada» porque hay «muchos empleos en juego», especialmente, remarcó, en Castilla y León.

La preocupación por el impacto en el empleo fue compartida por el director general de Anfac, José López Tafall, que advirtió que la normativa Euro-7 «mal enfocada» puede tener impacto en los puestos de trabajo, dado que «tal y como está planteada, genera discontinuidad en las cadenas de producción», lo que obligaría a «parar la producción» de los actuales vehículos de combustión para adaptarla a una tecnología que, por el momento, «no se sabe cuál va a ser».

Responsabilidad

Por su parte, el director de Asuntos Públicos de Renault Iberia, Jesús Presa, remarcó que los objetivos de transición hacia un mundo más sostenible «son una responsabilidad de muchos actores» y defendió que las compañías del sector ya han trazado sus hojas de ruta con estrategias para alcanzar los objetivos cero emisiones. Además exigió una «legislación responsable» en España y Europa que apueste por una industria del automóvil «fuerte y protegida» frente a «intereses de fuera», informa Ical.

El presidente ejecutivo de Gestamp, Francisco J. Riberas, también intervino para destacar que tienen ante sí «grandes retos y oportunidades», algunos concretos de la automoción, como la recuperación de volúmenes de producción y la electrificación, y otros, globales, como la industria 4.0, el talento y la sostenibilidad». La presidenta de Michelin España y Portugal, Mari Paz Robina, y la vicepresidenta de Antolin, Helena Antolín, destacaron la «visión unitaria» y la «flexibilidad» del sector del automóvil y de las compañías auxiliares que realizan sus componentes para afrontar la transición hacia el vehículo «sostenible».

Flexibilidad en el Perte

El comisionado del PERTE del Vehículo Eléctrico, José María López, anunció en la jornada dos líneas «mejoradas» en la convocatoria de 2023, así como una mayor flexibilidad en las condiciones. Esa se incluye tanto en la línea para impulsar el ecosistema de baterías con incentivos, según recoge el MTCT, como en la que busca «apoyar proyectos individuales con impacto en los distintos eslabones de la cadena de valor».