La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha concedido ayudas a fondo perdido por importe de 21,1 millones de euros para inversiones materiales e inmateriales en instalaciones de transformación y en infraestructuras vitivinícolas (bodegas), así como en estructuras e instrumentos de comercialización.

Estas ayudas, cuyos beneficiarios están siendo notificados en estos días, tienen como finalidad mejorar el rendimiento global de las empresas del sector vitivinícola de Castilla y León y su adaptación a las demandas del mercado, así como aumentar su competitividad.

La mayoría de la partida se destina a financiar inversiones en maquinaria, instalaciones y equipos de las bodegas para su modernización. Algunos de los criterios que se han tenido en cuenta a la hora de seleccionar los proyectos de inversión presentados son su contribución para fomentar los procesos sostenibles a través del ahorro de energía, la eficiencia energética global, la utilización de energías renovables, aprovechamiento de subproductos, tratamiento y valorización de residuos y efluentes.

Los 21,1 millones de euros se reparten entre 69 bodegas y movilizarán una inversión global de 55,6 millones de euros, por lo que la subvención media otorgada equivale al 37,95 por ciento de la inversión total.

El 93 por ciento de las empresas beneficiarias tienen la condición de pyme, y para ellas el porcentaje de la ayuda concedida ha alcanzado el 40 por ciento, que es el máximo que permite la normativa comunitaria.

Estas ayudas están incluidas en la Intervención Sectorial Vitivinícola (ISV), incluida a su vez dentro del Plan Estratégico Nacional de la Política Agrícola Común (PEPAC) 2023-2027 y están financiadas por el Fondo Europeo Agrícola de Garantía Agraria (FEAGA). Hay que resaltar que esta es la primera anualidad que se desarrolla bajo la nueva normativa.