Valladolid rindió hoy tributo a su patrón con una ofrenda floral a la estatua de San Pedro Regalado en la plaza del Salvador, que en la tarde de ayer vio cómo un rayo impactaba en la cruz de la Iglesia de las Esclavas. Tras la imposición de la pañoleta al patrón y el lanzamiento de un cohete, se produjo la tradicional ofrenda floral por parte de representantes de la Cofradía de San Pedro Regalado, la de las Siete Palabras, representantes institucionales como el equipo de Gobierno del Ayuntamiento, los grupos municipales del PP y Vox, la Diputación Provincial, las casas regionales y la Asociación Cultural Conde Ansúrez. Al son de la banda municipal, todos encaminaron en procesión el recorrido hasta la catedral, donde el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, impartió misa.

En su homilía de San Pedro Regalado, Argüello recordó a los candidatos a las elecciones municipales del próximo 28 de mayo que "se hace imprescindible que estos futuros responsables de la acción política caigan en la cuenta de que tienen que servir a todos". Tras reconocer que durante la presente campaña electoral "es lógico que propongan criterios y actividades diferentes y se exageren los enfrentamientos", reclamó que una vez que asuman sus cargos y su responsabilidad sean "conscientes de que representan y sirven a todos".

También se refirió Argüello, en declaraciones recogidas por Ical, a la necesidad de que "los cristianos, como ciudadanos" no se pueden desentender del bien común y, "sin más, esperar que todo lo realicen los políticos profesionales en las instituciones", en este caso los ayuntamientos o diputaciones. "Estamos llamados a vivir nuestro compromiso ciudadano no solo reclamando derechos, sino reconociendo el deber cívico de contribuir cada cual a realizar el bien común, desde su casa, desde su trabajo, desde sus diversas relaciones y su vida asociada", reflexionó.

"Nuestra responsabilidad como ciudadanos no se agota depositando la papeleta en la urna en las próximas elecciones municipales, sino que estamos llamados a lo largo de toda la legislatura a comprometernos también por el bien común en el ejercicio de la caridad política", añadió.

En su intervención, Argüello recordó que San Pedro Regalado "es contemplativo, vive la fraternidad y es austero y sacrificado", conceptos que ligó con la encíclica 'Deus Caritas est' de Benedicto XVI para defender que "la política es más que una mera técnica para definir el orden público", y subrayar que "su origen y su finalidad se encuentran en la justicia y esta es de naturaleza ética".

"Cuando hablamos de la acción política es habitual ponerla en relación con la virtud de la justicia, pero ésta es inseparable de las otras tres virtudes cardinales: prudencia, fortaleza y templanza. Las cuatro nos ayudan a interrelacionar e integrar razón, libertad y afecto", deslizó, recoge Ical.

Además, en su intervención se refirió a otros dos acontecimientos de actualidad. En primer lugar, respecto a la coronación del Rey Carlos III del Reino Unido, aseguró que fue "un impresionante espectáculo que mostró una manera de entender la tradición y una representación de las relaciones entre la Iglesia y el Estado en la que los ministros de la Iglesia son funcionarios de la Corona". 

En segundo lugar, aludió a la propuesta del presidente chino a representantes de 500 partidos políticos de 150 Estados, de una Iniciativa por una Civilización global, que "no cuenta entre sus referencias ni con la dignidad humana ni con el bien común, pero sí con un aroma de armonía confuciana en la que la democracia es reivindicada, pero no tal como la entiende Occidente".

"Estados Unidos quiere responder con la Cumbre por la Democracia, un ejercicio de geopolítica semejante al chino, pero abonando el relativismo ético impuesto, aunque suene contradictorio", asegura antes de censurar que "nuestras democracias, debilitadas interiormente por esa ética sin fundamento, tienden a entregarse al fundamentalismo democrático o positivismo jurídico que define lo que está bien y lo que está mal, y a promover un significado de la vida que hace juego con la propuesta cultural dominante". A su juicio, "un buen ejemplo de esta deriva del positivismo ético y jurídico" es "la reciente sentencia del Tribunal Constitucional sobre la ley del aborto".

Ofrenda floral

Previamente, cientos de personas se han dado cita este nublado sábado por la mañana, que ha contado con unas temperaturas que han rondado los doce grados, para realizar la tradicional ofrenda floral en honor a San Pedro Regalado, patrón de la ciudad, en la céntrica Plaza del Salvador.

De esta manera, y tras la entonación del himno de la ciudad en honor al patrón de la capital vallisoletana, un feligrés ha procedido a ponerle el banderín morado a la estatua de San Pedro Regalado, con el escudo de la ciudad.

Acto seguido, añade Europa Press, el encargado de realizar tal acción ha animado al público con un '¡Viva Valladolid!', '¡Viva Pucela!' y '¡Viva San Pedro Regalado!', a lo que el público allí presente ha respondido con un enérgico '¡Viva!'.

Tras ello, ha comenzado la ofrenda floral a la estatua de San Pedro Regalado, que se ha iniciado con el ramo que ha dejado ante la figura la cofradía homonimia, seguida por el Grupo Popular en el Ayuntamiento de Valladolid, a través de su portavoz, Irene Núñez; tras lo que Vox ha procedido a realizar su ofrenda; ha repetido la acción la Diputación de Valladolid, en manos de su presidente, Conrado Íscar; a éste le ha seguido el alcalde, Óscar Puente, en representación del Consistorio y, por último, la Concejalía de Cultura, cuyo ramo ha sido depositado por la concejal Ana Redondo.

Después, y en torno a las 11.20 horas, ha salido desde la Plaza del Salvador el paso de San Pedro Regalado cargado a hombros de los cofrades de la cofradía titular de la talla, que ha recorrido la calle de San Felipe Neri para seguir Teresa Gil hasta la calle de Regalado, donde ha continuado por la calle Cascajares hasta llegar a la S. I. Catedral.

Allí, el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha pronunciado una homilía en honor al patrón de la ciudad y los ciudadanos de la misma. Finalizada la Eucaristía en la seo vallisoletana, la procesión ha retornado por la calle Arribas, para seguir por la calle Catedral, Regalado, Cánovas del Castillo, pasar por la plaza de la Fuente Dorada, la calle Vicente Moliner, la Plaza del Ochavo, donde se ha realizado un acto ante la casa donde vivió el Santo.

Después de dicho acto, la procesión ha retomado su marcha por la calle Lonja, Quiñones, Ferrari, Teresa Gil, San Felipe Neri, hasta la Plaza del Salvador, donde ha finalizado su recorrido en la Iglesia del Salvador.