¡Ben Arfa! Así anunciaba el Real Valladolid la pasada semana la incorporación del atacante francés. Dos semanas antes, Eurosport se había hecho eco del interés de la entidad que preside Ronaldo por hacerse con los servicios de su primer ‘galáctico’. Parecía una broma, una bomba de humo, una cortina que escondía un destino tipo China, Turquía, incluso Italia, con muchos más ceros en su nómina. 

Pero no, la realidad es que la entidad blanquivioleta ya lo había intentado en verano. Y había estado cerca. «A finales de agosto estuvimos ahí y seis meses después se ha podido», reconoció estos días el director deportivo del Real Valladolid, Miguel Ángel Gómez. Él mismo también le ‘rozó’ cuando era ayudante de Monchi en el Sevilla. Por entonces, el delantero eligió al PSG de Unai Emery en vez del club sevillano, «por escasos diez minutos». 

Ahora sí lo logró. Con ‘ayuda’ extra de Ronaldo y del director general de la entidad blanquivioleta, Matt Fenaert, compatriota de Ben Arfa.

El galo llega por fin a España y cumple uno de sus sueños desde que despuntaba en la escuela de Clairefontaine. Sobre él han escrito que idolatraba el juego de Johan Cruyff y que siempre se ha fijado en el Barça, donde incluso aspiraba a jugar –estuvo cerca ese mismo año del Sevilla–. La llegada de Quique Setién y la lesión de Luis Suárez podrían haberle abierto de nuevo esa puerta pero... «funciono por decisiones intuitivas y sentí que ésta era buena decisión», señaló en su presentación. Por eso dejó plantado en su día al Sevilla y se fue al parisino PSG. En unos meses podrá coincidir en el verde con ese Barça al que admira. «Cuestión de juego y diversión otra vez, el fútbol, el toque, tac-tac... Se divierten, eso es el fútbol. Hay demasiada defensa, mucha táctica pero eso es la base, el uno-dos... como cuando eres un niño», señalaba el año pasado en una entrevista en France3.

Ben Arfa comparte edad con dos de las estrellas de LaLiga, Messi y Benzema. Con el segundo, algo más. El blanquivioleta nació en Clamart, al suroeste de un suburbio parisino. El madridista lo hizo en Lyon, aunque creció en Bron. Ambos tienen un origen africano. El primero, tunecino (su padre, Kamel Ben Arfa, llegó a ser internacional por su país). El segundo, argelino. Los dos jugaron juntos en Lyon y en la selección francesa sub 17 que se hizo con el Campeonato de Europa de su categoría en 2004. Por allí también andaba Samir Nasri, otra estrella gala. De los tres, al 9 del Real Madrid es al que mejor le ha ido. Aunque el 3 del Real Valladolid quiere volver a ser el que era o el que, al menos, podía haber sido.

El ‘galáctico’ blanquivioleta llegó a Valladolid después de ocho meses sin jugar un partido oficial. El 12 de mayo del pasado año disputó 86 minutos en el Rennes-Guingamp de la Liga francesa. Desde entonces, asegura, se ha ejercitado y se ha mantenido a tono. El sábado quizá pueda debutar en Zorrilla ante el Villarreal. 

Su historial dice que jugó en el Olympique de Lyon, en el Olympique de Marsella, el Newcastle, el Hull City, el Niza, el PSG y el Rennes. También que fue 15 veces internacional absoluto, marcando 2 goles. Y que tiene Ligas y Copas en su palmarés.

Aunque en los últimos años no ha tenido lesiones de gravedad, acumulaba más de una docena entre 2010 y 2017, destacando una rotura de tibia y peroné en el Newcastle. Su temporada con el Rennes, la última en la que jugó, se resume con 26 encuentros y 7 goles en la Liga, más otros 9 partidos y dos dianas más en la UEFA Europa League; a los que se suman 6 choques más de las Copas de Francia (título incluido).

Hace un año, Thibaud Leplat escribía en El País que Ben Arfa prefería viajar por Easyjet en vez de alquilar aviones privados, y que es amigo de estar en casa jugando al Monopoly... o al ajedrez, dicen en Valladolid.

Por el momento, su llegada levantó la misma expectación que en su día pudieron levantar Mágico González o Valderrama; sus primeras palabras fueron de ilusión y de hacer todo lo posible por dar alegrías a su nueva afición.

El 3, porque «quedaba bien el camiseta», llega a LaLiga española de Messi y Benzema, dos coetáneos suyos, con la intención de demostrar que sigue teniendo desborde, regates, goles y mucho fútbol, como el que se vio en algunos de los clubes donde militó.