Una mirada al antiguo Hospital de Santa María de Esgueva

D.V.
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Un libro de Víctor Arenzana recopila documentos del considerado más veterano de los centros hospitalarios que han existido en Valladolid

Presentación del libro 'Colección diplomática: Hospital de Santa María de Esgueva (1335-1474)'. - Foto: Europa Press

El Archivo Municipal de Valladolid ha acogido este martes la presentación del libro 'Colección diplomática: Hospital de Santa María de Esgueva (1335-1474). Cofradía de Todos los Santos (1420-1468)', una recopilación realizada por Víctor Arenzana con documentos históricos de estas dos instituciones que se fusionaron en 1469.

El autor ha estado acompañado en la presentación por el director del Archivo Municipal, Eduardo Pedruelo, y la concejala de Cultura y Turismo, Ana Redondo.

La obra recoge el trabajo de descripción, transcripción e indización de los documentos más antiguos del archivo del Hospital de Santa María de Esgueva y de la cofradía de Santa María de Todos los Santos, institución con la que se fusionó a partir de 1469.

Esta publicación, según han destacado fuentes municipales, "además de avivar el recuerdo del Hospital de Esgueva, pondrá a disposición de los historiadores y de todo el público, incluso el que no es docto en la lectura de las letras antiguas, unos documentos que, como el propio Hospital, forman parte del patrimonio común de los vallisoletanos".

El Hospital de Santa María de Esgueva es considerado el más veterano de los centros hospitalarios que han existido en Valladolid y según el comunicado del Ayuntamiento "constituye una de las señas de identidad más antiguas de Valladolid y de los vallisoletanos".

Presenta "orígenes míticos", pues su fundación, al igual que la de la cofradía de Todos los Santos, se atribuye al conde don Pedro Ansúrez y a su mujer doña Eylo Alfonso, y es "la institución benéfica de mayor trayectoria en la historia asistencial de Valladolid, ya que su actividad se extendió desde el siglo XII hasta el XIX".

El derribo del caserón en que tenía su asiento eliminó en el año 1970 su presencia física de la ciudad, pero "su memoria se ha perpetuado en el recuerdo de los vallisoletanos y en el gran archivo que acumuló a lo largo de su historia, en el que quedaron inmortalizados varios siglos de actividad asistencial, un rico patrimonio que administrar y defender, y muchas generaciones de cofrades provenientes de las más ilustres familias vallisoletanas".

Aunque la desaparición de la parte más antigua de su archivo en el siglo XV impide conocer sus orígenes y sus primeras etapas, los documentos que aún conservamos constituyen "una de las fuentes principales para el conocimiento del pasado bajomedieval de la ciudad, junto con los archivos de las tres grandes instituciones vallisoletanas de la época" como eran el concejo, la colegiata de Santa María y el estudio general, futura Universidad.

La vida en la ciudad en la baja Edad Media

La colección diplomática que ahora se presenta abarca un período, los años 1335-1474, para el que conservamos muy poca documentación sobre la ciudad.

De ahí que los 142 documentos analizados por Víctor Arenzana sean una herramienta "imprescindible" para conocer distintos aspectos no solo de la vida del hospital --la administración de sus propiedades, la gestión de ingresos y gastos, los arrendamientos de casas y terrenos, las inversiones en obras, las ayudas a los pobres, las brillantes fiestas que organizaba--, sino también de la vida de Valladolid y de localidades cercanas, con informaciones y datos, a veces muy precisos, sobre arquitectura y urbanismo --materiales y técnicas de construcción, oficios y operarios, especialmente alarifes musulmanes--, sobre agricultura --métodos de cultivo, labores en las viñas, salarios, trabajos desempeñados por hombres y mujeres-- o sobre la sociedad vallisoletana --fiestas y todo tipo de celebraciones y listados de cofrades, que nos permiten conocer mejor a las familias de la ciudad, los oficios y otros aspectos socioeconómicos de gran interés--.

Es preciso destacar, también, la importancia que los documentos contenidos en este trabajo tienen para los estudios con perspectiva de género.

Los testamentos, las escrituras de venta y arrendamiento, así como los libros de mayordomía contienen un caudal informativo de extraordinaria importancia para la historia de las mujeres, especialmente valioso dada la parquedad de las fuentes de la época.

En los arrendamientos de casas se indican el nombre y la profesión de muchas mujeres que viven solas; también queda documentada la forma en que desempeñan las labores agrícolas, su trabajo y su salario, su participación en las celebraciones y en la vida social, o la ayuda que reciben las mujeres pobres, viudas o ciegas, a las que se exime del pago del arrendamiento.

A disposición de todos los ciudadanos

Todos los documentos contenidos en esta publicación están descritos en las bases de datos del Archivo Municipal y son de libre acceso.

El trabajo realizado por Víctor Arenzana en su transcripción y en la elaboración de índices de personas, lugares y materias, permite a aquellas personas que "no tengan conocimientos de paleografía podrán acceder a unos contenidos que hasta ahora les estaban vedados, y los historiadores contarán con una gran ayuda que facilitará su trabajo".

Se trata de la segunda colaboración de Víctor Arenzana con el Archivo Municipal, después del vaciado de las actas del concejo realizado en el año 2019, que cubrió el período comprendido entre los años 1497 y 1520.

Al igual que entonces, los registros descriptivos elaborados por Arenzana han sido incluidos en las bases de datos del Archivo Municipal y podrán consultarse en la Web del Ayuntamiento.

El libro podrá adquirirse en librerías y en el Archivo Municipal al precio de 12 euros.