La guerra de los horarios

Javier M. Faya
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El número de supermercados de Valladolid que cierran más tarde y abren los domingos va creciendo, amoldándose así a la demanda de unos clientes cada vez más exigentes

Una pareja accede al Alcampo del Mercado del Val, que ha marcado un hito en el comercio de la ciudad al abrir de lunes a domingo de siete de la mañana a una de la madrugada. - Foto: J. Tajes

Los tiempos cambian, y lo que antes solo se veía en películas americanas, con el 'guaperas' con gafas de sol comprando una botella de whisky a las tantas en un 'súper' medio vacío, hace tiempo que se observa -no al guaperas- en las grandes ciudades, y en Valladolid desde el pasado 12 de agosto. Fue una auténtica revolución cuando Alcampo abrió en el Mercado del Val de lunes a domingo de siete de la mañana a una de la madrugada. Quién sabe si es el principio de una guerra de horarios entre las cadenas de alimentación. 

«Tras las fiestas es cuando sabremos si esto tiene aceptación o no», comenta un trabajador en su día de descanso. Aplaude la decisión de la empresa de haber recolocado en otros centros a los compañeros «quemados» que deseaban conciliar la vida familiar mientras se 'acuerda' de los clientes que vienen a las 00,55 horas o de alguno con carros llenos a las once de la noche.

La respuesta es positiva. Así lo indica Noemí Pascual, gerente del Mercado, a la que le parece bien este horario tan amplio «con precios que no se incrementan y una oferta muy variada». De hecho, confiesa que compra muchos productos sin gluten porque su hija es celiaca. En cuanto al 'talón de Aquiles', el aparcamiento, recuerda que hay una zona de recogida exprés en el acceso al mercado.

«Todo lo que sea trabajar, bienvenido sea», señala una cajera de un Carrefour Express del centro que sonríe con nostalgia cuando recuerda los quintetos -«siempre son cinco»- de 'hordas' de chavaladas fieles al botellón que le llegan los viernes y sábados por la noche. 

La marca gala, literalmente, ha invadido la ciudad con este tipo de tiendas, que se suman al Carrefour tradicional y al Market. La posibilidad de comprar de lunes a domingo es más que tentadora, pero es que a eso hay que unir los horarios, que quizás muchos no sepan que difieren bastante. 

Así, a las nueve de la mañana suben la persiana los de la avenida Ramón y Cajal, Plaza de la Libertad, Plaza Circular, Tirso de Molina y Portillo de Balboa. El primero cierra a las 21.30 horas, el resto a las diez de la noche. El más madrugador es el del Paseo del Hospital Militar, a las ocho (cierra a las 21.15), y el que menos el de la calle Cádiz a las nueve y media (21.30).

Llama la atención, pero justo por lo contrario, el caso del supermercado Día en la calle Cerrada, que abre hasta las diez de la noche (como el de Gabilondo), una hora menos que cuando era un Día&Go no hace mucho. Ahora está 'replegando velas'. ¿Por qué? «Depende de las necesidades de la zona», señalan desde la firma.  

Mientras estos gigantes de la distribución van moviéndose, hay otros que permanecen inalterables. Es el caso de la 'reina', Mercadona. Con 15 tiendas en la capital y dos en el resto de la provincia, los de Juan Roig mantienen su horario de apertura: de 09.00 a 21.30 horas de lunes a sábado. «Entendemos que es tiempo suficiente para que nuestros 'jefes' (clientes) se organicen para planificar sus compras. Somos partidarios de abrir cuando exista la necesidad», señalan desde la empresa, que entre el 26 de junio y el 27 de agosto, se atrevió a abrir los domingos en 330 supermercados de zonas turísticas hasta las 15.00 horas, y el resto de días amplió 30 minutos su servicio, con unos resultados más que notables.

Tampoco se ha movido un milímetro en su estrategia en la capital vallisoletana El Corte Inglés con el Supercor de Puente Colgante, que abre sus puertas de lunes a sábado de 09.30 a 21.30 horas. Su clientela está hecha a un horario que se cambió, por ejemplo, en Vitoria, con horario de lunes a domingo de 07,00 a 01,00. Por eso nunca puede descartarse nada.  

Gasolineras.

Fenómeno aparte y creciente es el de los supermercados en las gasolineras. Seis de la provincia, de Cepsa, tienen un convenio con Carrefour y están disponibles según sus horarios. Repsol está vinculado a Supercor Stop&Go, con siete comercios.       

«Se vende poco entre semana, la verdad. Mucho más el sábado y domingo, algún vecino que necesita salir del apuro y otros que te vienen con el cheque ahorro Carrefour o con la tarjeta del club para sumar puntos. ¿Los que echan gasolina? Pues un refresco, unas chocolatinas, unas patatas fritas... Lo típico», señala Manuel, el encargado de una estación de servicio ubicada en medio de la ciudad.