Laguna y Medina sufren el mayor repunte de la delincuencia

A. G. Mozo
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La criminalidad sube un 14% en el conjunto de la provincia hasta superar por primera vez los 20.000 delitos anuales. Valladolid y Arroyo regresan mejor a la normalidad que los otros dos grandes municipios, donde se registra un tercio más de casos

Control de la Guardia Civil en Laguna de Duero. - Foto: Jonathan Tajes

El doble de ciberdelitos y menos robos, hurtos y sustracciones de coches que antes de la pandemia. El último informe de criminalidad elaborado por el Ministerio del Interior sitúa a Valladolid como la vigesimoquinta provincia del país que mejor ha salido de la etapa pandémica, pese a que, por primera vez, se haya superado la barrera de las 20.000 infracciones penales; son siete mil más que Burgos, unas cuatro mil más que León y al nivel de Lleida, Badajoz, Huelva y Jaén.

Durante el periodo 2019 - 2022, en el conjunto nacional se ha dado un incremento de las infracciones penales del  5,7% (hasta superar los 2,3 millones de casos el último año), bastante por debajo del 13,8 por ciento anotado en una provincia vallisoletana donde Laguna de Duero y Medina del Campo son los dos grandes municipios con peores registros pospandémicos, después de anotar subidas del 34 y el 27 por ciento, respectivamente. En el lado opuesto, los moderados aumentos del 16 y del 10,9 por ciento que se contabilizaron en Valladolid capital y Arroyo de la Encomienda.

El Ministerio solo recoge datos provincializados y de localidades de más de 20.000 habitantes en un informe en el que por primera vez se distingue entre la criminalidad convencional y la ciberdelincuencia para descubrir que se duplica este tipo de casos en los tres municipios y que casi se triplican en la capital, donde se acumula una media de ocho ciberdelitos diarios.

La excepción de Arroyo

Es más, las estafas informáticas se han convertido en el tipo delictivo más común en todos los municipios menos en Arroyo, donde su amplia oferta comercial parece atraer a expertos en hurtos, hasta el punto de que 490 de las 1.312 infracciones penales registradas allí el pasado año fueron hurtos. A esto habría que añadir las 317 estafas informáticas que contabiliza Interior, 23 robos en viviendas arroyanas, diez delitos de lesiones por peleas, siete robos de coches, cinco atracos (robos con violencia) y un delito contra la libertad sexual. Antes del estallido de la pandemia, Arroyo registraba 1.183 infracciones penales anuales, un 10,9% menos que ahora.

Nada que ver con el repunte que han sufrido Laguna y Medina, si bien es cierto que la cifra absoluta continúa siendo menor que la de Arroyo, ya que, en ambos casos, se encuentran todavía por debajo de la franja del millar de delitos.

En Laguna la criminalidad sube un 33,8%, desde los 714 casos que hubo en 2019 a los 955 de 2022, de los que 204 fueron ciberdelitos (170 estafas informáticas), 117 hurtos, 18 robos con fuerza en pisos, diez delitos de lesiones, ocho atracos con violencia e intimidación y solo tres delitos sexuales.

En el caso de Medina, se da un incremento del 27,4%, desde los 519 prepandémicos a los 661 del pasado año. 182 fueron delitos 'puntocom' (165, ciberestafas), 94 hurtos, 18 robos en domicilios, siete delitos sexuales y seis robos con violencia.

Valladolid capital, por su parte, aglutina más de la mitad de todas las infracciones provinciales. En 2022 fueron 11.322, un 16% más que las 9.758 de 2019, aumento provocado fundamentalmente por el tema de la ciberdelincuencia, que pasa de suponer poco más de mil casos anuales a casi tres mil: 2.901 (de ellos, 2.681 fueron ciberestafas). En la lista también aparecen 2.787 hurtos, 334 asaltos a viviendas, 187 robos con fuerza, 113 atracos, 100 delitos de lesiones, 87 sustracciones de vehículos y 76 delitos sexuales (tres de ellos, violaciones).

A las más de 14.000 infracciones penales que concentran Valladolid capital, Arroyo, Laguna y Medina se unen otras 6.000 del resto de municipios de una provincia en la que Interior contabilizó 20.363 en 2022, casi un 14% más que antes del estallido de la pandemia del coronavirus. Un incremento que se achaca casi en exclusiva a la eclosión de una cibercriminalidad que ha subido desde los 2.302 casos que se acumularon en 2019 en toda la provincia a los 5.332 del último año, hasta el punto de que uno de cada cuatro son ya delitos 'puntocom'. El confinamiento de 2020 y las posteriores restricciones sociales que se implantaron hizo que mucho delincuente saltara a este medio en el que se comete una media de una estafa informática cada dos horas en Valladolid.

Uno cada 26 minutos

En toda la provincia vallisoletana, Policía y Guardia Civil anotan una media de un delito cada 26 minutos. Así, mientras aumentó un 131% todo lo relativo a ciberdelincuencia (5.332), la criminalidad convencional bajó un 3,6% (15.031), con una caída del 10,7% en el caso de los hurtos (4.152 en 2022 en toda la provincia) y del 12,7% en los robos con fuerza (955, de los cuales 626 fueron en pisos, un 5,4% más que en 2019); y con una subida del 1,4% en los robos con violencia (146).