Renault avisa de que el desacuerdo pone en riesgo el futuro

Óscar Fraile
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La empresa traslada a los sindicatos que si el convenio no se firma antes de la presentación del Plan Estratégico, en enero, las fábricas españolas perderán opciones de tener carga de trabajo

Las posturas para llegar a un acuerdo sobre el convenio de Renault están muy alejadas. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

Ha pasado un mes y medio desde que Renault y sindicatos constituyeran la comisión negociadora para el nuevo convenio colectivo. Seis semanas que no han servido para otra cosa que no sea poner sobre la mesa el abismo que a día de hoy separa a ambas partes para llegar a un acuerdo. Unas diferencias que, según avisó esta semana la compañía del rombo, podrían comprometer el futuro de las plantas españolas. La Dirección de la empresa en España avisó a los sindicatos en la tercera reunión de la importancia de alcanzar un acuerdo antes de que la compañía presente a nivel mundial, en enero, el nuevo plan estratégico, que recogerá la adjudicación de nuevos modelos.  Pero el planteamiento de los sindicatos es justo el inverso. Es decir, exigen que se adjudiquen modelos a las plantas españolas como condición indispensable para avanzar en las negociaciones.

Una diferencia tan grande que ha provocado la paralización de las negociaciones. Los sindicatos han pedido a la empresa que los vuelva a convocar cuando tenga claras las intenciones del nuevo CEO de la compañía, Luca de Meo, pero la empresa insiste en la conveniencia de que haya acuerdo antes de esa fecha, porque así la Dirección de Francia tendrá más elementos de juicio. Tanto es así que, en un comunicado, señaló que «se compromete el futuro de las fábricas españolas si no se llega a un acuerdo antes de las adjudicaciones». En la misma nota de prensa, el director de Recursos Humanos en España, José Antonio Rodríguez, destacó la importancia de «mantener el atractivo de las plantas y de las ingenierías españolas para ser adjudicatario de productos», y apuntó que «supeditar el avance de las negociaciones a la presentación del plan estratégico supone perder la oportunidad de anticiparse y prepararse para el futuro». 

Evidentemente, el acuerdo al que aspira Renault debe mejorar la competitividad. Todo lo contrario de lo que, según la empresa, plantean los sindicatos. La plataforma única con la que han acudido a las negociaciones presentó 190 medidas que esta semana han obtenido el rechazo de la empresa, que aduce que implementarlas supondría un aumento de los costes del 56 por ciento. Por eso pidió a los trabajadores que revisen sus pretensiones «con posturas más acordes a la situación actual». En este sentido, la compañía recordó a los sindicatos en la reunión que en el primer semestre acumuló pérdidas por valor de 7.386 millones.

Pero los trabajadores consideran una «línea roja» la exigencia de adjudicaciones para negociar. «Solamente nos sentaremos a negociar las condiciones laborales cuando el futuro esté garantizado», señalan desde UGT. El sindicato añadió en un comunicado que no cederá al «chantaje». Los mismos términos en los que expresó CCOO después de la reunión. Como quiera que la Dirección española trasladó a los sindicatos que no tiene capacidad para comunicar hoy en día nada sobre las nuevas adjudicaciones, el sindicato instó a los directivos a pedir respuestas desde Francia. Por su parte, CGT criticó el tono «inusualmente duro» utilizado por la compañía en la reunión y calificó la actitud de la Dirección como «chantaje», al igual que lo hicieron UGT y CCOO. Desde Trabajadores Unidos también se criticó «el enésimo intento de ataque a la clase trabajadora» por parte de Renault. «Jamás pondremos sobre la mesa de negociación los derechos de los trabajadores a cambio de una hipotética carga de trabajo», añadió en un comunicado.

las propuestas. Renault fue la primera en presentar una propuesta en esta negociación, pero los sindicatos llegaron a calificarla de insulto, puesto que recogía medidas como aumento de la jornada laboral, congelación salarial y otras encaminadas a mejorar la flexibilidad. En la siguiente reunión, los sindicatos rechazaron ese planteamiento e hicieron uno conjunto con 190 medidas concretas distribuidas en varios bloques. Propuestas antagónicas a las que había presentado la empresa, con una reducción de la jornada laboral anual, incremento salarial en varios conceptos y mejoras en el aspecto social. Unas medidas que, según la empresa, supondrían aumentar un 56 por ciento los costes laborales en un momento de máxima incertidumbre para el sector.

Ante estas diferencias, las partes ni siquiera acordaron una fecha para la próxima reunión. Las negociaciones, de momento, quedan suspendidas hasta la presentación de un plan estratégico que deberá definir los planes que tiene la compañía del rombo para España.

La empresa detalla los costes de la propuesta de los sindicatos

Renault respondió a las 190 medidas planteadas por los sindicatos con una estimación del coste que supondrían por bloques:

Salario. La Dirección dice que las 23 medidas de este bloque implican un aumento del coste del 28 por ciento entre 2021 y 2024.

Jornada. Lo mismo sucede con las 20 propuestas relacionadas con la jornada laboral, sobre todo para reducirla. Implicaría un aumento del 12 por ciento de la masa salarial.

Ritmos. Las nueve medidas propuestas por los sindicatos, según Renault, elevarían los costes un 8,4 por ciento y supondrían fabricar 13.000 vehículos menos al año.

Aspectos sociales. Otro 7,5 por ciento de incremento de coste salarial en las 64 propuestas sindicales. La compañía pide que las reduzcan, dado lo numerosas que son, y que las priorice.