Como ya hiciera en los tres planes previos de salida desde 2015, en los que Telefónica hizo posible que dejarán el grupo unos 12.000 trabajadores en España, la compañía de telecomunicaciones prevé ahora un programa para la salida de 5.000 empleados, entre los que se encuentran varios centenares de directivos. 

Así, Telefónica planteará a los sindicatos «en los próximos días» un cronograma para que un máximo de 5.000 personas abandonen de forma incentivada la empresa. El proyecto se enmarcará dentro del plan estratégico 2023-2026 que la compañía presentará el próximo 8 de noviembre en el marco del Día del Inversor, según informaron fuentes conocedoras de la situación.

Sin embargo, todo apunta a que finalmente las personas afectadas se situarán entre 2.500 y 3.000, una cifra similar a la de 2021, la última vez que se llevó a cabo una medida de este calibre.

Así, las estimaciones de los sindicatos apuntan a que los trabajadores que se podrían adherir a este plan serán los nacidos en 1968 y 1967, aunque no se descarta que empleados que cumplían los criterios en los anteriores planes de salidas se acojan ahora al nuevo.

De hecho, en el plan negociado en 2021 Telefónica ofrecía abonar hasta un 68% del salario de los trabajadores adheridos hasta los 65 años y también pagaba la cuota de la Seguridad Social, el seguro médico y la aportación al plan de pensiones, entre otros complementos.

Ese último plan estaba ideado para 4.500 empleados y finalmente se acogieron 3.000, lo cual derivó en un coste de 1.400 millones.

En ese sentido, las fuentes consultadas apuntan que la operadora aprovisionará más de 1.000 millones de euros para encajar este plan, una cifra a la que se sumarían 200 más vinculados a un programa de bajas voluntarias para el área de corporativo, es decir, empleados del entorno del equipo del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y también de directivos de filiales. El plan, que incluiría a directivos, gerentes y gestores, tiene carácter discrecional y podría afectar a un mínimo de 300 personas,  y busca adelgazar un sobredimensionado equipo directivo.

En este contexto, desde los sindicatos apuntan que las negociaciones deberían transcurrir de forma tranquila, dado que a la compañía, que el próximo 19 de abril cumplirá 100 años, «no le interesa generar ruido». Una fecha simbólica en la que la operadora clausurará su red de cobre.