La venta de test se cuadruplica y la de mascarillas se duplica

Óscar Fraile
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Los farmacéuticos piden que se les permita hacer «dispensaciones excepcionales» de medicamentos contra la gripe para eliminar trámites burocráticos y aliviar la carga de trabajo a la Atención Primaria

100522JT_0097.JPG - Foto: Jonathan Tajes

El uso de mascarillas en centros de salud ya es obligatorio en Castilla y León y recomendado en todos los espacios para los que tengan síntomas de padecer alguna patología respiratoria. No es, ni de lejos, una situación tan excepcional como la de la pandemia, pero lo cierto es que la demanda de este artículo ha experimentado un importante incremento en las últimas semanas. El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Valladolid, Alejandro García, señala que en los últimos dos meses las ventas se han duplicado. Además, la demanda de test para detectar gripe o covid se ha multiplicado por cuatro desde que empezó a aumentar esta ola de contagios.

No obstante, no hay ningún riesgo de desabastecimiento gracias, en parte, a la experiencia atesorada durante la pandemia. «Por entonces se buscaban proveedores externos que no siempre daban una calidad alta, pero era lo que había; en cambio, ahora nuestras cooperativas y los canales de distribución garantizados por Sanidad tienen suficiente stock», dice el representante de los farmacéuticos. Y lo mismo sucede con los test.

Algunos negocios han optado por volver a colocar las mamparas que se hicieron tan populares durante la pandemia, pero García recuerda que solo estamos ante un pico de gripe, «lo que ha habido toda la vida en esta época». Eso sí, también recuerda que la pandemia enseñó muchas cosas que ahora conviene poner en práctica, y que tienen mucho más que ver con el sentido común que con la imposición de normas. «Respecto al uso de las mascarillas, la obligatoriedad no me gusta, pero me parece muy importante la responsabilidad de la población», señala. «Si yo tengo gripe o tengo síntomas de covid, lo normal es ponérsela para no transmitir la enfermedad a mis seres queridos, pero tampoco al pescadero, al frutero, al farmacéutico o al dueño del taller...», añade.

Ayuda a la Atención Primaria

Por otro lado, los farmacéuticos creen que deberían jugar un papel más activo en estos picos de contagios mediante la «dispensación excepcional» de medicamentos que habitualmente se venden con receta. No se trata de prescribir, según García, sino de eliminar trámites burocráticos y trabajo a la Atención Primaria, tan saturada por estas fechas.

«Nuestra función no es prescribir ni diagnosticar, pero en España hay 22.000 farmacias con más de 80.000 farmacéuticos perfectamente preparados para hacer una dispensación ante una gripe o unos mocos y, si nos dan esa libertad, lo que vamos a hacer es quitar carga de trabajo a la Atención Primaria», señala García, quien añade que esto no es un impedimento para que se mantenga un contacto estrecho con el médico en esta sistema de trabajo. Además, esta propuesta es para los casos claros de catarros, gripes y patologías similares. Ante cualquier mínima complicación, él es siempre partidario de derivar al médico.

El presidente de los farmacéuticos cree que no tiene mucho sentido que «una persona acuda a una farmacia un viernes por la tarde con un flemón y no se le pueda dar un antibiótico, firmado y con todas las garantías, y en lugar de eso haya que mandarle a Urgencias para que esté esperando cuatro horas a que le den el mismo antibiótico». Según él, «no es normal» que, hoy por hoy, un farmacéutico «no pueda sustituir unas cápsulas por un sobre», aunque sean del mismo principio activo y para hacerlo haya que enviar otra vez al paciente al médico de cabecera.

García calcula que en estas fechas esta forma de funcionar podría reducir hasta en un 20 por ciento la carga de trabajo que tienen los facultativos de Atención Primaria.

No obstante, este planteamiento siempre ha chocado con la oposición frontal de los facultativos a que otras profesiones, entre las que también se encuentra la Enfermería, puedan prescribir medicamentos. El Consejo de Colegios de Médicos se ha pronunciado en varias ocasiones al respecto para recordar que «la prescripción forma parte indisoluble del acto médico» y consideran que no respetar este principio y atribuir estas competencias a otros profesionales podría suponer un «grave riesgo» para la salud de los ciudadanos.