La economía de Castilla y León comienza a despejar los nubarrones que amenazaban con lluvia a mediados del pasado año y afianza su recuperación tras el envite de la pandemia, el encarecimiento de los costes de la energía y las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania. La progresiva mejora de los cuellos de botella que asfixiaban al sector industrial están dejando paso al asentamiento del crecimiento del Producto Interior Bruto regional, tal y como avanzó ayer el informe 'Situación Castilla y León 2023', presentado hoy en Valladolid por el economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, y la directora de la Territorial Noroeste de BBVA, Marta Alonso. «El precio de la energía y las consecuencias de la guerra han tenido un impacto negativo en la economía pero no tan intenso como se preveía», sentenció el economista, que reconoció que, pese a los pronósticos iniciales de una recesión, lo cierto es que lo que se ha visto es un «estancamiento».
Cardoso detalló durante la presentación que ya se empiezan a apreciar los primeros brotes verdes en el sector del automóvil, elemento capital en la arquitectura económica de Castilla y León, y explicó que ya se ha producido un «punto de inflexión». «Hay una clara mejoría en la automoción gracias al desatascamiento de la cadena de insumos y de producción», detalló, para justificar en este hecho la previsión de la entidad para 2024, que fija un crecimiento del PIB autonómico del 2,8 por ciento, por encima de la media nacional. «El crecimiento económico se va a mantener. Tenemos una mayor certidumbre sobre el precio de la energía», continuó el economista.
PIB per cápita
El Servicio de Estudios del banco incluye dentro de su informe que Castilla y León ha sido una de las «pocas» comunidades que durante 2022 recuperó el PIB per cápita prepandemia, mientras que espera que durante este 2023 se pueda alcanzar ya el PIB existente antes de la covid. El documento presentado por BBVA Research prevé que la economía de Castilla y León avanzará en 2023 un 1,4 por ciento, dos décimas por debajo que la media nacional, y el ya mencionado 2,8 por ciento en 2024. De cumplirse estas previsiones, la Comunidad podría crear 17.800 empleos hasta 2025, con aumentos del 0,2% en 2023 y 1,6% en 2024, que permitiría situar la tasa de paro en el 8,1%. Un avance económico que también se sostendrá en la ejecución de los fondos europeos. En este sentido, Miguel Cardoso explicó que la Comunidad se sitúa en un punto intermedio con un avance moderado hasta 2022 en la licitación de obra pública a través de estas ayudas.
No obstante, aclaró que el crecimiento se podría debilitar puesto que, a pesar de la disminución, los precios de la energía y de otras materias primas e insumos, estos «se mantendrán aún elevados», y porque los efectos de este aumento de costes se están notando en el sector agroalimentario «y están haciendo más persistente la elevada inflación».
Inflación y tipos, los grandes peligros de la recuperación
El informe 'Situación Castilla y León 2023' también hace referencia a los riesgos que afronta la economía regional en la actualidad. Unas 'banderas rojas' que el economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, ubicó en la inflación, los tipos de interés o la deuda pública.En primer lugar significó que aunque la caída de la inflación continuará en los próximos trimestres reducir la subyacente será «más difícil», con sectores «particularmente afectados» por el aumento en los tipos de interés, como la vivienda y los bienes duraderos, que pueden mostrar correcciones más importantes. En cualquier caso, el economista constató que las familias de Castilla y León están «mejor preparadas» para afrontar el aumento en las cargas financieras que supondrá el repunte de los tipos de interés con un Euribor que, según ha augurado, se mantendrá entre el 4 y el 4,5 por ciento hasta el segundo semestre de 2024.
También destacó como «previsible» que se revierta parte del incremento del valor de los servicios turísticos cuando el sector se enfrente a un entorno menos favorable y ha explicado que la economía de Castilla y León también se verá desafiada por el bajo dinamismo del mercado laboral y las dificultades de la oferta. Otro de los riesgos apuntados por Miguel Cardoso es el efecto que pueda tener en los próximos años la necesidad de reducir la deuda pública.