El municipio de Mojados se encuentra emplazado en el límite sur de la comarca histórica Tierra de Pinares, compartida por las provincias de Segovia y Valladolid. El territorio responde así a una base geomorfológica definida por el valle del río Cega, cauce que discurre encajado en materiales resistentes en la parte más oriental del municipio y describe un paisaje escalonado donde los páramos calcáreos marcan los puntos más elevados (856m altitud).

Entre las planicies de los páramos y el fondo del valle encontramos la unidad de pinares, que aparecen sobre arenas de origen eólico como nota predominante en toda la comarca. Las plantaciones de pinos (resinero y piñonero) son elementos ancestrales que han condicionado el devenir de las localidades ribereñas del Cega.

El valle de fondo plano está ocupado por las tierras de labor, con disimetría según márgenes y presencia puntual de otros usos. El núcleo de población principal se encuentra emplazado a la salida de la zona de encaje del río sobre el páramo, donde éste toma contacto con el manto de arenas y comienza un discurrir más tendido camino a su desembocadura en la cercana localidad de Puente Duero (Valladolid).

Uno de los elementos más definitorios del paisaje son los bodones

Es en esta zona más septentrional del municipio donde la masa de pinar es más extensa y donde aparece otro de los elementos definitorios del paisaje de Mojados: los bodones. Formaciones que responden a unas condiciones geológicas específicas, donde conjugan la presencia de un nivel piezométrico somero y la superposición del manto arenoso sobre una capa de material arcilloso, que hacen que en épocas de lluvias se formen lagunas temporales que constituyen verdaderos refugios de biodiversidad y que en otras épocas eran empleadas como recurso hídrico para las labores más habituales del campo. En Mojados hay varias zonas de bodones, donde los más representativos son los conocidos como Bodones de las Eras.

El río Cega describe el territorio y el paisaje de Mojados, un paisaje que conjuga el patrimonio histórico y natural de una manera singular, donde ambas partes parecen parte de un todo. No se entiende Mojados sin sus torres, sin su puente, al igual que no se entiende sin las cigüeñas en lo alto del campanario y sin el Cega en su vega.

Hablar de patrimonio natural en Mojados es hablar del Cega, de los pinares, de las cuestas de los páramos y por supuesto de las cigüeñas. Mojados cuenta con una de las colonias de cigüeña blanca más importantes de la provincia de Valladolid e incluso una de las más representativas de Castilla y León con una media de 38 parejas. Recordemos que estas aves están protegidas y la conservación de sus nidos y zonas de nidificación es importante.

La presencia de estas aves sobre los campanarios está asociada a la disponibilidad de alimento y, por tanto, de agua. Es el Cega y los bodones la principal razón por la que estas aves encuentran su lugar de nidificación aquí.

El Cega como recurso turístico está asociado a la figura de protección natural con la que cuenta, ya que el tramo que pasa por el municipio de Mojados forma parte de la Red Natura 2000 – ZEC Riberas del Cega y afluentes.

Otro aspecto a destacar desde la perspectiva ambiental es la presencia de la masa de pinar y, en concreto, el Monte de Utilidad Pública Albosancho y Cobatilla y el área de recreo El Pisón.

Senderos

Y en tercer lugar los senderos homologados y caminos que recorren el término y que nos acercan a los distintos espacios naturales de Mojados.

Sin obviar la diversidad faunística que aparece asociada a los espacios de valor natural del municipio, donde cabe destacar la presencia de aves de gran interés como es el caso de la colonia de avión común sita en la casa consistorial, las colonias de abejarucos que todos los veranos nos acompañan, al igual que vencejos y otras aves migratorias; y no menos importante es resaltar la presencia de la rapaces entre las que podemos citar el búho real, águila real, autillos y chotacabras, los buitres y el águila imperial que en ocasiones se deja ver en vuelo, y por supuesto la diversidad de aves y otros mamíferos asociados a las masas forestales del pinar y de la ribera, donde los pitos, picapinos, abubillas y trepadores se dejan ver con el vuelo de alondras, rabilargos, oropéndolas e incluso cormoranes, junto a la majestuosa garza real.