El anciano que el pasado 3 de mayo se atrincheró en su piso de la calle Embajadores de Valladolid, llegó a disparar en dos ocasiones contra el equipo del Grupo de Operaciones Especiales (GEO) que entró en su vivienda, ataque que obligó a los agentes del equipo de asalto a dispararle en el brazo para desarmarle.
En la vivienda de J.A.V.G, de 83 años, según informaron fuentes de la Policía Nacional, se intervinieron dos escopetas del calibre 12, cuatro cartuchos del mismo calibre sin percutir, 14 vainas percutidas y la licencia de armas, informa Ica.
Los hechos sucedieron sobre las 10.10 horas cuando la Sala de Operaciones del 091 recibió varias llamadas de ciudadanos en las que se alertaba de que un individuo estaba efectuando disparos desde una terraza de la calle Embajadores con una escopeta.
En un primer momento, los agentes adoptaron las pertinentes medidas de seguridad y se estableció un cordón policial para asegurar el perímetro y con ello controlar la presencia de viandantes en la zona. Además, se solicitó la presencia de un servicio de emergencia sanitaria y de los bomberos, así como de unidades especiales y la de un negociador policial.
Después, desde una galería anexa a la del domicilio del anciano y con la protección adecuada, los agentes intentaron contactar verbalmente con él sin éxito, mientras esgrimía un arma de fuego larga de cañones paralelos que introducía por los espacios de la valla metálica que separaba las dos viviendas.
En este sentido, las fuentes policiales confirma que a pesar de los reiterados intentos por entablar una conversación con el anciano, únicamente se obtenía o silencio o respuestas en tono agresivo y amenazantes hacia los funcionarios policiales. En un momento dado, introdujo de nuevo los cañones de la escopeta por uno de los huecos de la valla separadora y efectuó un disparo que impactó sobre una silla metálica, situada a unos dos metros del lugar en el que se encontraba el negociador policial y un funcionario de la Unidad de Intervención Policial (UIP) que le daba protección con el escudo balístico.
Ante el riesgo para la integridad física tanto de las personas de las viviendas colindantes como de los propios policías que se encontraban en el lugar de los hechos, se ordenó que el Grupo de Operaciones Especiales (GEO) procediera a la entrada de la vivienda adoptando las medidas de seguridad precisas para proceder a la reducción del autor de los disparos.
Cuando el equipo de entrada accedió a la terraza en la que se encontraba el individuo, observaron cómo éste portaba en sus manos una escopeta de caza con cañones paralelos, apuntando hacia ellos. A pesar de que de forma reiterada se le pedía que depusiera su actitud y tirara el arma, el anciano hizo caso omiso a los requerimientos policiales y efectuó dos disparos con la escopeta en dirección al lugar en el que se encontraban los agentes, que impactaron en una pared, en una columna y en el escudo balístico utilizado como medida de seguridad por los policías.
Perro adiestrado
Ante este situación, los componentes del grupo de asalto desarmaron al anciano mediante un disparo a una zona no vital del cuerpo, concretamente en el brazo derecho. Durante el operativo, el equipo de los GEO también utilizó un perro adiestrado que resultó herido por los disparos del tirador, por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
Tras recibir una primera asistencia médica en el lugar, el anciano fue evacuado en ambulancia al Hospital Clínico Universitario donde quedó ingresado con custodia policial. Allí, tras ser intervenido de la herida en el brazo, el juez decretó su ingreso en prisión, si bien el mismo sigue ingresado en el Módulo Policial del Hospital Clínico Universitario de Valladolid a la espera de ser oído en declaración. Se le imputa tentativa de homicidio y se desconocen los motivos por los que se inició el incidente, a expensas de una valoración psiquiátrica.